Silvia Venero es docente jubilada y fue una de las referentas del Movimiento Antipeaje, que se opuso de mil formas al arancel que se cobró sobre la Ruta 22, entre 1997 y 2013. Ahora, ante la decisión de Neuquén y Río Negro de implementar un nuevo sistema en distintos puntos de la región, afirma, como entonces, que todos los peajes son “totalmente inconstitucionales” y que la medida es parte del alineamiento de los gobernadores con las políticas de Javier Milei.
“Todos los peajes que van a poner son ilegales. El artículo 14 de nuestra Constitución afirma que todos los argentinos y las argentinas podemos circular libremente por las rutas de nuestro país. Cualquier ley que se oponga a la Constitución no tiene validez”, sostiene.
Para Venero, Milei lidera un gobierno fascista que, a modo de extorsión, envía fondos reducidos a las provincias cuyos diputados votan las leyes que propone. Recuerda que hace unos meses, a poco de la asunción del nuevo gobierno, parecía que los gobernadores patagónicos “se comían a los chicos crudos” pero que, poco a poco, fueron agachando la cabeza y ahora “obedecen mansamente” al gobierno central.
La dirigenta, que llegó a tener 32 causas judiciales en su contra por oponerse a los peajes, entiende que estamos frente a uno de los momentos más difíciles de nuestra historia reciente, en muchos aspectos comparable con la dictadura. “Si bien el menemismo fue nefasto, este va mucho más rápido y tiene una crueldad y una insensibilidad difíciles de entender. Pareciera que disfrutan de guardar alimentos mientras niños y niñas se mueren de hambre”, dice.
Venero recuerda que en los años duros de lucha lograron demostrar que no era un delito no pagar peaje, que se logró generar conciencia social sobre la cuestión y que, a la larga, consiguieron que la empresa Caminos del Valle decidiera retirarse,” cansada de incumplir” con la parte que le correspondía según el contrato de concesión. “Por ejemplo, nunca hicieron el tercer puente y se fueron con los bolsillos llenos”, afirma.
Aunque cree en la necesidad de oponerse al cobro de los nuevos peajes, Venero piensa que el momento es muy distinto porque hay mucha gente que está ocupada en resolver qué comer y padeciendo situaciones límites, por lo que una lucha como esta pasa a un segundo plano. Sin embargo, no pierde por completo la esperanza y desea: “Ojalá alguien tome la posta”.
