El Gobierno nacional, encabezado por Javier Milei, impulsa desde el inicio de su gestión una cruzada manifiesta contra las mujeres y disidencias, negando desigualdades históricas y poniendo en jaque derechos ya conquistados. Este giro en la política nacional impacta de manera directa en el gobierno de la provincia de Neuquén, que encuentra ahora márgenes más anchos para dar volantazos e, incluso, desandar caminos que venía trazando.
“La palabra lesbicidio no está registrada en el diccionario”. Con esa frase, el vocero presidencial Manuel Adorni justificó que el Gobierno no haya repudiado el triple femicidio de Barracas. Pero no se trató solo de un arrebato de un funcionario, sino de un claro posicionamiento ideológico anti mujeres y disidencias, que ya anunciaban en campaña, y que ahora implementan como política de Estado.
El lunes 6 de mayo, Justo Fernando Barrientos, de 62 años, roció con combustible y arrojó una bomba molotov al interior de una habitación de un hotel familiar donde vivían cuatro lesbianas. Pamela Fabiana Cobbas, Roxana Figueroa y Andrea Amarante murieron a raíz del brutal ataque; mientras que Sofía Castro Riglos fue hospitalizada con quemaduras graves, pero logró sobrevivir. El lesbicida ya las había amenazado de muerte en reiteradas ocasiones. Le molestaba, en particular, el hecho de que fueran lesbianas y las llamaba “engendros”, entre otros motes ofensivos.
Este tremendo crimen de odio no mereció ni el más mínimo comentario oficial. Al ser indagado por esta situación, Adorni contestó: “La violencia de género y la violencia, en general, me parece repudiable. Me parece muy injusto solo hablar de este episodio cuando la violencia es mucho más abarcativa que a un determinado colectivo”. De esta manera, el Gobierno negó que se tratara de crimen de odio y la responsabilidad que le cabe al Estado en cada uno de estos hechos.
Gobiernan con odio y los resultados están a la vista. Una de las primeras medidas anunciadas por Milei al comienzo de gestión, y aplaudida por un alto porcentaje de sus acólitos, fue la disolución del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, creando la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género. También en esos primeros días hizo otro anuncio: se prohibió “el lenguaje inclusivo y todo lo referente a la perspectiva de género”, algo que consideran “un negocio político”.
En lo que va del año, Milei recortó alrededor del 40 por ciento de las partidas para combatir la desigualdad de género a lo largo y ancho del país. Los datos surgen de un informe realizado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA). Dentro del grupo poblacional de menores ingresos, dos de tres personas son mujeres, por lo que el empobrecimiento generalizado impulsado por el Gobierno, golpea mayormente a las mujeres.
Reaccionario, familiero y neuquino
Odian y no quieren saber nada con la igualdad; para ellos eso es adoctrinamiento, marxismo cultural, algo a combatir y erradicar de la faz de la tierra. Uno de los funcionarios del Gobierno que tiene más a flor de piel ese odio y esa misoginia es el neuquino Francisco Sánchez, ex diputado nacional por la provincia de Neuquén, que actualmente ostenta el cargo de Secretario de Culto de la Nación.
Semanas atrás, en el encuentro ultraderechista “Europa Viva”, en España, Sánchez criticó las leyes del divorcio, el matrimonio igualitario y el aborto legal en la Argentina, entre otras. “En 1987, en plena crisis económica, el pésimo Gobierno radical alfonsinista promovió el debate por el divorcio vincular, y se aprobó. Después, Cristina Kirchner promovió el matrimonio homosexual, también en plena crisis”, señaló mordiendo asco.
Más adelante se refirió a la ley del aborto, “aprobada en plena crisis gravísima, no solo económica sino también por el Covid”, y acusó al ex presidente Alberto Fernández de no solo haber impulsado la ley, sino de haber promovido la interrupción de embarazos. “Hay que encarar un camino en Argentina para que el aborto se termine”, agregó.
El neuquino, a su vez, redobló la apuesta, fustigando a “gestiones anteriores” porque “aprobaron leyes para que la ideología de género sea obligatoria en las escuelas, para pervertir a nuestros hijos, para hacer daño a nuestra sociedad”. “Los conservadores seguimos aferrándonos a lo poco que nos dejaron”, concluyó, victimizándose.
Otro personaje de similar calaña a la de Sánchez es Nicolás Márquez, amigo íntimo de Milei, que se autopercibe escritor. Se trata del autor de la biografía del presidente, quien en declaraciones públicas embistió furibundamente contra los homosexuales. Al respecto, sostuvo que “hay conductas objetivamente sanas y conductas objetivamente insanas. Entonces, cuando el Estado promueve, incentiva y financia la homosexualidad, como lo ha hecho hasta la aparición de Javier Milei en escena, está incentivando una conducta autodestructiva”.
También aseguró que las personas gays viven, en promedio, 25 años menos que las heterosexuales, por diferentes motivos, entre los que enumeró la “mayor propensión a las drogas, al alcohol y al suicidio”, además del “VIH y otras enfermedades de transmisión sexual”.
Los problemas de exclusión y marginalidad que padece una importante parte del colectivo LGBTIQ+, para Márquez tienen una solución: ser heterosexual.
Graves retrocesos en Neuquén
El área gubernamental de Diversidad en Neuquén experimenta por estos días un retroceso significativo, luego de años de avances constantes. Si bien el discurso provincial dista mucho del beligerante que profesa Nación, fuentes consultadas por Intempestiva describieron que las políticas hoy están vacías de contenido, apuntadas principalmente a dar una imagen de inclusión que no es tal.
Hasta el año pasado, el Estado provincial entregaba de forma mensual módulos de mercadería o tarjetas para hacer compras en supermercados, con lo que se podía acceder a alimentos frescos. Desde el cambio de gestión, en diciembre de 2023, se dejaron de entregar módulos de alimentos a personas trans de la provincia, sobre todo de la ciudad de Neuquén. Las afectadas son personas adultas, las más vulnerables, muchas de ellas en situación de indigencia.
Además, se dejaron de entregar subsidios sociales transitorios. Si bien se trataba de sumas bajas, lo cierto es que eran una ayuda más para las personas trans. También quedaron sin efecto las becas de estudios trans, no solo para terminar la primaria y el nivel medio, sino también para el acceso a capacitaciones informales como manicuría y peluquería, entre otras.
Como si esto fuera poco, el hospital Castro Rendón, donde están los consultorios inclusivos en los que se atienden las personas trans, dejó de entregar hormonas en el mes de mayo. El motivo que alegan para justificar la suspensión de la provisión es que el costo es elevado y no hay disponibilidad. Es necesario aclarar al respecto que la hormonización no puede ser discontinuada. Esta situación hizo que la responsable del área decidiera dejar su cargo.
Entre las irregularidades detectadas también se observa que no se actualizaron las guías de salud LGTB que dependen del Ministerio de Salud de la Provincia. Las guías se van actualizando permanentemente en la medida en que se produce un conocimiento científico nuevo, pero eso ya no ocurre porque no hay un trabajo articulado entre los ministerios en Neuquén.
Tampoco se están relevando las demandas de la población LGTB, por lo que se terminan implementando políticas públicas sin contenido, las cuales responden más a las necesidades de mostrar públicamente que se está trabajando en el área, que a la satisfacción de una necesidad puntual de un sector social, que para colmo de males es de los más postergados y vulnerables.
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