Tras el conflicto que suscitó la instauración de un pago extra por presentismo en la docencia, ahora la Legislatura de Neuquén votó la resolución 1208 que establece descuentos en sus dietas a legisladores que no puedan justificar sus inasistencias a las sesiones o a las reuniones de comisión.
La norma fue aprobada con 25 votos positivos, aportados por legisladores de los bloques Desarrollo Ciudadano-Comunidad, MPN, Avanzar, Juntos por el Cambio-UCR, Neuquén Federal, Juntos, Unión por la Patria, Hacemos Neuquén, Arriba Neuquén y PRO-NCN. Los dos diputados de la izquierda también dieron su voto positivo pero con disidencias.
Paradójicamente, 10 legisladores estuvieron ausentes en la sesión de ayer, convocada de manera especial para tratar este proyecto. Se trata de los integrantes de Cumplir; de Carolina Barahona, de Desarrollo Ciudadano- Comunidad; de María de las Mercedes Tulián y Verónica Lichter, del PRO-NCN; Brenda Buchiniz, de Cumplir; Alberto Bruno de Hacemos Neuquén; y Gerardo Gutiérrez, Paola Cabeza, Daniela Rucci, Ramón Fernández y Juan Sepúlveda del MPN.
El texto aprobado establece que “las inasistencias se calcularán conforme al calendario de sesiones y comisiones establecido para cada período legislativo anual, según lo dispuesto en las sesiones preparatorias de la Cámara”.
La normativa fija una quita del 5% en caso de no concurrir a una reunión de comisión y del 10% por faltar sin justificación a una sesión. Los descuentos se realizarán en forma mensual y los montos obtenidos se destinarán al plan de Becas Redistribuir Oportunidades, conocido como Gregorio Álvarez.
Los legisladores que pertenecen a bloques unipersonales conformados desde el inicio de la conformación original de la Cámara, tendrán un régimen especial porque están obligados a formar parte de todas las comisiones que funcionan de manera permanente. En estos casos, la resolución establece que deben asistir como mínimo a 20 reuniones mensuales para que no se apliquen descuentos sobre su dieta.
Al oficiar de miembro informante, el diputado Claudio Domínguez dijo que la resolución hace efectiva una metodología que se aplica en cualquier ámbito laboral, tanto público como privado, mediante la cual “día que no se trabaja, día que no se cobra”.
En tanto, Gabriela Suppicich (FIT-U), que acompañó el proyecto con disidencias, dijo que se trata de “una maniobra” porque “quieren poner en un plano de equivalencia cosas que no lo son”, en referencia a que “los docentes trabajan ocho horas en aulas superpobladas con sueldos de 600 mil pesos. Los legisladores trabajan en comisiones de martes a jueves y las sesiones son cada 15 días”.