El dirigente del Frente Patria Grande, Juan Grabois, fue detenido el sábado pasado por agentes de la Policía Federal, y liberado doce horas después, por ocupar el Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Históricas Juan Domingo Perón, en el barrio porteño de Recoleta.
El organismo fue recientemente disuelto por decisión del Gobierno nacional. Alrededor de 50 manifestantes ingresaron por la zona del edificio donde funcionaba el local gastronómico “Un café con Perón” y colgaron en los balcones banderas con las consignas “Si no podés elegir, no hay democracia” y “Defendamos nuestra historia”.
Según la Policía, los militantes violentaron una puerta para poder ingresar y retuvieron a cuatro agentes federales. El jefe de la Policía Federal, el comisario general Luis Alejandro Rolle, declaró en la noche del sábado que “hacía mucho tiempo que la Policía Federal no intervenía para recuperar un bien del Estado, y esta tarde (por el sábado) lo hizo, ajustada a derecho y en forma pacífica, por expreso pedido de la ministra (Patricia) Bullrich”.
Las declaraciones del funcionario encendieron todas las alarmas porque si la detención de Grabois y la de otro militante, Valentín Peralta Ramos, se produjo por orden del Poder Ejecutivo Nacional y no por una orden judicial, se actuó de manera irregular, violando el estado de derecho.
Si la detención de Grabois y la de otro militante, Valentín Peralta Ramos, se produjo por orden del Poder Ejecutivo Nacional y no por una orden judicial, se actuó de manera irregular, violando el estado de derecho
El caso quedó a cargo del Juzgado Federal N°2, bajo la conducción del juez Sebastián Ramos. Grabois estuvo detenido desde las 20 del sábado hasta alrededor de las 8 de la mañana del domingo, en la Superintendencia de Investigaciones Federales, en Villa Lugano. Miles de manifestantes, dirigentes políticos y los curas villeros montaron una vigilia para pedir por su liberación.
Al ser liberado, Grabois sostuvo: “No tengo una imputación específica. Hay una imputación genérica que le hacen a un número indeterminado de personas por la intrusión de un lugar” y describió que “lo que sucedió fue la permanencia pacífica de un conjunto de manifestantes que estábamos reclamando el derecho a la memoria histórica”.
También le envió un mensaje a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien celebró el accionar de la Policía y calificó lo ocurrido de una “usurpación violenta”: “Le agradezco mucho a Patricia Bullrich la posibilidad de esta experiencia de lo que pasa en una alcaldía. La forma en la que trabaja el personal de seguridad es inhumana. Trabajan en oficinas vetustas, sin calefacción, llenas de ratas. Estoy hablando de personal policial, no de los internos, que no los vi. No tienen sistema, es todo manual, computadoras del año 84. Son algunas de las cosas que cuando sea presidente voy a poder cambiar. Ayudar a que el personal no esté en los lugares denigrantes”, dijo el dirigente de Patria Grande.
“Lo que hicieron en el instituto Juan Domingo Perón fue intentar borrar la historia de una parte de nuestro pueblo, destruyeron todo el archivo, pusieron las estatuas de Evita y de Perón en una bolsa mortuoria”, agregó, y sostuvo que “estamos dispuestos a venir todas las veces que sea necesario a visitar y a conocer las instalaciones de la Policía Federal, si acá nos quiere Patricia Bullrich. Lo que no nos va a poder sacar es la bandera Argentina”.