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Thelma Fardín abrazó a las neuquinas ante la experiencia catártica de hablar de los abusos

La cita era a las 18 del viernes 28 de junio, pero ya a partir de las 17 la sede central de la Universidad Nacional del Comahue comenzó a reunir a mujeres de distintas edades, vestidas algunas con prendas verdes y el emblemático pañuelo con el que se logró conquistar el aborto legal en Argentina. La esperaban a ella, a Thelma Fardín, la actriz que se animó a denunciar la violencia sexual ejercida por el actor Juan Darthés y que se convirtió en la voz de muchas que guardaban en su interior el mismo dolor: el silencio de los abusos.

Llegó pasadas las 18 y el auditorio se quedó en silencio, un silencio interrumpido por los sollozos que brotaban de la necesidad de sacar a fuera las lágrimas contenidas por tanto tiempo. Un llanto colectivo que se hizo presente a lo largo de todo el encuentro, junto con las sonrisas y la alegría de saberse unidas, una vez más, ante la crueldad motivada por un gobierno que desfinancia las políticas para erradicar la violencia contra las mujeres y que niega la existencia de la violencia de género.

Antes de que comience el ciclo “Una denuncia que nos enseñó de todo: conversaciones con Thelma Fardín”, impulsado por La Revuelta Colectiva Feminista, la guitarra de la artista neuquina, Noe Pucci, puso a bailar al aula magna. La actriz la miraba atenta y cantaba junto al resto de las presentes: “Todas nos levantamos”, una frase que cala muy hondo en la vida de las mujeres y en la de Thelma. 

La referente feminista recalcó la importancia que tuvo, primero, el movimiento Ni Una Menos de 2015 y, luego, la marea verde y la lucha por el aborto legal. “No fue una epifanía, había un contexto sociocultural que lo permitía”, contó sobre el proceso que la llevó a decidir denunciar a Darthés en la Justicia de Nicaragua. 

Ello, y las denuncias previas contra el actor, hicieron que Fardín saliera a luchar por ella y sus compañeras. “Que haya otras mujeres defendiéndose de mi abusador me parecía una tortura”, afirmó. Recordó que Anita Coacci y Natalia Juncos fueron demandadas por calumnias e injurias, luego de contar públicamente que también habían sido acosadas por el actor señalado, primero, por Calu Rivero.

Thelma estaba en México cuando los abusos se hicieron públicos, mientras Darthés se encontraba en Argentina grabando una tira juvenil con total impunidad. En diálogo con todo un auditorio que la miraba atenta, comentó que “la desesperación de que podía volver a pasar” la trajo de vuelta al país para empezar a preparar una estrategia que exponga, finalmente, a su agresor. “No podía hacerlo sin ningún tipo de contención, necesitaba hacerlo con las redes que se tejían acá”, agregó.

Thelma sabía que sólo la iban a escuchar si había una denuncia formal. Así, tras “asumirse víctima” y reunir el apoyo de otras mujeres, acusó al actor de Patito Feo en los tribunales de Nicaragua el 11 de diciembre de 2018, ya que fue allí donde ocurrieron los hechos. El 15 de diciembre el Colectivo de Actrices Argentinas dio una conferencia de prensa para informar el abuso sexual de Darthés contra Fardín a través de la campaña, “Mirá cómo nos ponemos”. 

“Fue desgarrador revictimizarme contando los detalles”, reconoció. Pero explicó que decidió hacerlo porque la sociedad les exige a las víctimas ser explícitas y contundentes para creerles. Sin embargo, tampoco le perdonaron esa estrategia y la usaron en su contra para desestimarla. “La víctima no puede ser estratega”, fue lo que le hizo entender el sistema judicial.

Pero eso no la detuvo. Tras el traspaso de la causa a la Justicia brasileña, un fallo de primera instancia en el que resolvieron absolver a Darthés y cinco años de lucha, este 10 de junio el Tribunal Federal de Segunda Instancia de Brasil dijo que el actor era culpable de la violencia sexual que Fardín sufrió a los 16 años.

La sentencia sentó un precedente histórico. La actriz indicó que no se presentaron nuevas pruebas, sino que lo que cambió fue la “interpretación de los jueces y el lugar en el que se pone a la víctima”. Además, el proceso judicial y la colaboración de tres países (Argentina, Nicaragua y Brasil), permitió “instrumentalizar la cooperación internacional en casos de abuso”.

“Me conmueve que les parezca importante lo que tengo para compartir”, dijo al inicio de la charla, con la humildad intacta, pese haberse convertido en una referente del movimiento feminista en América Latina. Aún no entiende por qué tomó tanto protagonismo, pero lo que sí sabe es que ya no hay marcha atrás, por más que sectores reaccionarios pretendan amedrentar y retroceder en los derechos conquistados. 

“Tuve mucho más miedo cuando estaba sola, peleando contra esto que tenía adentro, que ahora que lo saqué y que somos muchas otras la que estamos batallando contra mi monstruo y el de todas”, concluyó la actriz ante un auditorio conmovido que saldría de esas aulas con la voz entrecortada, pero con fuerzas para salir a demandar por las que todavía esperan justicia.

Mujeres de Neuquén compartieron sus experiencias 

Ese día, el 15 de diciembre de 2018, marcó un antes y un después en la vida de muchas. A partir de ahí, “la vergüenza cruzó de vereda”, tal como aseveró la activista. Y así, también, lo expresaron muchas de las mujeres que se concentraron en el aula magna de la Universidad Nacional del Comahue en el momento que abrieron el micrófono para hacerle preguntas a Thelma Fardín.

“Gracias”, “gracias”, “gracias”. Más que preguntas, quienes se acercaron a escuchar a la actriz querían agradecerle por haber hablado y por haberlas animado a exteriorizar sus “monstruos”, los abusos que por tantos años callaron por miedo.

“Mis compañeras son testigo. Hace un tiempo, con toda esta lucha que vos trajiste, me animé a contar que soy una víctima y sobreviviente”, contó Carina, mientras la actriz la miraba atenta. Una vez más, las lágrimas salieron a la superficie, no sólo en quien narraba su experiencia, sino también en quienes la escuchaban y en la misma Thelma, ese llanto que expresa un: “Te abrazo, sé por lo que pasaste”.

El micrófono vuelve a circular. “Gracias Thelma. Y gracias a mi mamá, la primera mujer feminista que conocí y además fue la primera mujer que me escuchó cuando tuve que denunciar el abuso sexual que sufrí por parte de su hermano. Fue la primera que me creyó, fue la primera que me abrazó y fue la primera que construyó una red de justicia”. Quien habla integra “Socorro Violeta”, el servicio de asesoramiento ante las violencias machistas en Neuquén.

Si a esa altura, luego de una hora y media de conversaciones, alguien intentaba aguantarse las ganas de llorar, a partir de allí ya no pudo. El llanto colectivo fue creciendo y también se fueron replicando las historias, los agradecimientos, las palabras de aliento. 

El micrófono llegó hasta el fondo de la sala y se escuchó: “El día que hiciste la denuncia, a los dos días con mi hermana pudimos denunciar a nuestro abusador. Pude hacer mi denuncia, pude salir de esa oscuridad horrible, de todos esos años de abusos”. Con la voz entrecortada, pero una sonrisa, miró a Thelma y le comentó: “Somos muy felices de saber que tuviste tu revancha, no sólo desde acá dentro, sino también en la Justicia. Nos da mucha esperanza”.

Pero las lágrimas no opacaron las risas, porque si algo saben las feministas es luchar con alegría, pese a la crueldad de la violencia machista. “Quiero agradecerte algo que te cuestionaron mucho y que a mí me daba mucha bronca. La víctima se tiene que mostrar rota, la víctima se tiene que mostrar desganada, sin maquillaje, cansada. Y vos nos enseñaste que la víctima se muestra como se le canta”, una carcajada cómplice colmó el aula magna. La referente de Mujeres MTD, dejó en el aire esas frases dignas de plasmar en una remera, y agregó: “Porque la víctima transita su dolor como se le canta, así que muchísimas gracias, Thelma”.

Resistir frente al avance de los movimientos de ultraderecha

La actriz de Patito Feo que hoy “se convirtió en un cisne hermoso”, en palabras de la periodista Mónica Reynoso, quien junto a Melina Fit participó del ciclo de conversaciones, carga con la responsabilidad de representar a muchas otras. Escucha, mira y aconseja, ante la demanda de respuestas.

Carina pertenece al Movimiento de Trabajadores Desocupados. Fue la primera en compartir su historia y, además, le pidió a Thelma alguna sugerencia para abordar los casos de abusos que llegan a la organización, frente al desfinanciamiento de políticas sobre género y ante la Justicia patriarcal.

“Creo que esto mismo (y señala al auditorio repleto) es la manera reparadora que podemos ir construyendo mientras seguimos dando batalla. Sospecho que la batalla va a ser larga porque estamos en un momento de retroceso”, contestó. Aunque señaló que “no empezó ahora, empezó a organizarse en 2015” cuando las mujeres salieron a gritar por Ni Una Menos. 

“Sectores que hoy convergen en esa ultraderecha, antiderechos, encontraron una agenda común. La fueron nutriendo y constituyeron una ofensiva contra nosotras”, remarcó. Lejos de buscar desanimar, la activista pidió resistir y seguir pensando formas creativas para oponerse a los discursos de odio.

El caso de Thelma sienta un precedente, pero todavía hay sectores de la sociedad que deciden ignorar los abusos. En ocasiones, los mecanismos para silenciar a las víctimas son más sutiles, tal como obstaculizar el desarrollo profesional de quienes denuncian. La actriz ha declarado que, luego de acusar a Darthés, el medio televisivo le cerró las puertas y le restringió oportunidades laborales. Acá en Neuquén, Silvana, la denunciante del exsubsecretario de Trabajo, Ernesto Seguel, por acoso y abuso sexual en 2022, aún sigue esperando que le asignen tareas. Un mes después de que un juez ordenara la restitución de su puesto, la Provincia se desentiende de su responsabilidad y sigue sin dar respuesta a la víctima.

¿Cómo se continúa frente a la impunidad y la violencia que, muchas veces, viene por parte del Estado? Fardín remarcó que no tiene todas las respuestas, pero sostuvo que la sociedad también es responsable de mantener presentes los reclamos y las demandas de justicia. “Nos tenemos que involucrar”, insistió y llamó a fortalecer las redes de mujeres.

¿Por qué viniste a ver a Thelma?

“Porque me parece que sienta un precedente muy importante para el movimiento feminista y todas las mujeres que sufrimos alguna situación de acosos, desde el más sencillo que puede ser el callejero hasta una violación. Por la tenacidad y la persistencia, no en solitario. La condena de 6 años a Juan Darthés es una bocanada de aire fresco”, contó Liliana Pasarin, de 67 años.

Esa ráfaga de aire llegó hasta La Revuelta. “Invitamos a Thelma Fardín en el impulso de una conversación colectiva con compañeras que hacemos parte del Socorro Violeta. El fin de semana largo del 17 de junio nos fuimos a El Chocón a trabajar, a pensar juntas sin la vorágine de todos los días y a proyectar la segunda parte del año. Nos inquieta el derecho a los juicios por la verdad, habíamos organizado una actividad virtual con el juez Gabriel Vitale en mayo y sentimos que todo lo que hace a abusos sexuales contra niñeces y adolescencias son temas de larga data sobre lo que seguir actuando para desmantelar esa cultura de la naturalización que se anuda a la respuesta de ‘“ese delito ya prescribió’” del Poder Judicial. El daño no prescribe. Hay que empujar para que eso se comprenda en toda su dimensión”, contó Ruth Zurbriggen, referente de la Colectiva Feminista.

Así, “con algunos vinos tintos de por medio”, se les ocurrió: “¿Y si invitamos a Thelma a una actividad?”. Le enviaron un mensaje de WhatsApp y le propusieron que venga a la región en agosto, pero la actriz estrena una obra y por eso de inmediato les contestó: “Puedo en junio”.

“Y bueno. Abrimos agendas y pusimos en marcha la maquinaria organizativa que funcionó a mil por hora durante una semana”, comentó la referente.

Y así, se gestó este “llanto colectivo”, este abrazo feminista, este grito catártico contra la violencia machista, para volver a decir, “mirá cómo nos ponemos”.

1 Comentarios

  • Dp julio 3, 2024

    Qué bella nota.
    Es importante dejar registro de este tipo de eventos que sos tan vitales para las mujeres.
    Un momento muy hermoso, vivido con compañeras y en un espacio cuidado, algo no menor, por supuesto.

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