Poeta, actriz, cantante, docente, escritora, activista trans sudaca. Imposible atrapar con categorías todo lo que Susy Shock despliega cuando se pone a hablar del presente y de los ancestros, de libros, de su poesía, del fin del capitalismo, de Radio Fufú, o de su casita en un terreno comunitario donde piensa transitar la vejez.
“La historia de la conquista sigue poderosamente arraigada”, lanzó el viernes pasado desde el subsuelo del Teatro Argentino de La Plata, “no hay nada de inocente en que desde este gobierno se venga a defenestrar identidades”.
La entrevista pública a Susy fue parte del ciclo Café Cultura organizado por el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires. “Esta es una época para desacomodar, cuando el miedo siempre te pide acomodarte. Eso es lo interesante de esta época”, dijo sobre el final, a modo de síntesis de una charla donde aprovechó para hablar de su obra, que es lo mismo que decir que habló de actualidad, de los miedos del presente y de cómo construir futuro.
“La otra vez escribí la primera carta al poder de este año y decía: ¿Cómo se puede pasar por arriba de Norita (Cortiñas), por arriba de Lohana (Berkins), sin saber que eso no se termina pagando? Porque hay algo de lo sagrado que están manoseando. Pero primero nosotras y nosotros tenemos que creer que Loahna, que Norita, que las Madres son sagradas”, expresó.
“Hay que mirarnos y volvernos a decir ‘acordate que no somos esto que está diciendo este tipo’, ‘acordate de lo que fuimos capaces de hacer’, ‘acordate de lo que tenemos todavía para seguir haciéndolo’”, repitió como un mantra.
Habló también de hacer que este capítulo de la historia, en que desde el propio Estado quieren hacernos retroceder en las conquistas de las diversas identidades, no opaque todo lo demás. Destacó la proliferación de voces disidentes que hoy tienen una potencia que hace algunas décadas no tenían. “Hay mucho que se escribe: imperfecto, tartamudeando, con urgencia. Somos esa generación que tenemos que recuperar la voz propia. Ya no hay alguien que nos lea o que lea con nosotros, que nos represente: Hay una voz propia”, remarcó”.
Desde una lógica comunitaria, opuesta a la individualidad y el egocentrismo que propone el capitalismo, invitó a sembrar para las generaciones futuras: “Me preocupa, no nosotras, sino la juventud trans, las infancias trans, que tienen miedo, que no vivieron nada de esto que pasa cuando a los viejos y las viejas las cagan a palos como las cagan a palos y después no pasa nada. Entonces peleamos para las crianzas y eso es lo que nos tiene que comprometer”, desafió.
“El desafío es que tenemos que ser eso que decimos”
La lógica de la crueldad que impera en estos tiempos encuentra condiciones de existencia en el modo de organización capitalista de la vida, que trae consecuencias específicas, como la soledad. Susy habló de cómo la pandemia una de las cosas que mostró es que hay mucha gente viviendo sola, personas que, incluso, alquilan viviendas con dos habitaciones cuando sólo pueden habitar una. “Agrupensé” recomendó, “no estén solos”, y contó el plan comunitario que vienen pensando para la vejez: “En un lugar que no voy a decir nunca dónde, el año antes que ganara Milei logramos tener unas tierras –que era un sueño de toda la vida- entre 20 amigas y amigues, y empezar a construir un espacio comunitario donde nos vamos a quedar cuando seamos viejitas y viejitos”.
En poco tiempo, ya con el gobierno libertario a todo vapor, en ese lugar construyeron una especie de quincho comunitario que ya cuenta con las instalaciones de agua y luz. “Sentimos que perdimos (N. de la R: dice en alusión a las elecciones) y que a la vez algo distinto ganamos”, porque “nos apaña poderosamente un concepto comunitario”.
“Yo me sueño ahí sentada como vieja, una Chavela Vargas travesti, recibiendo, escuchando, aventurándonos y soñando. Pero yo creo que hay una práctica. Yo cuando canto ‘con mis manos construiré mi casa pa’ que vengan siempre las olvidadas’, hace que encarne nuestros discursos”, sostuvo porque “yo creo que el desafío es que tenemos que ser eso que decimos. Hay que ponerlo en acción. No alcanza con decirlo”, remarcó.
“Este es un sistema que nos obliga a que yo lo tengo que ver, a mí me tiene que suceder, yo quiero tocarlo, yo quiero los me gustas, yo, yo, yo… Y no hay nada para dejar. Y eso nos pone en la vereda de enfrente de esta época y de esta porquería que nos gobierna”.
Si el capitalismo ya no tiene sentido y “si nos toca en serio ser parte de las generaciones que vamos a participar del colapso de un sistema para mutar andá a saber adónde, entonces me interesa, si es que me da el cuero, ser partícipe de lo que hay que explorar, de lo que hay que construir desde estas otras lógicas comunitarias y siento que nuestra dirigencia tiene que salir desde ahí”, dijo para cerrar el abanico de reflexiones que había desplegado.
Una obra prolífica, un modo de hacer comunitario
Susy Shock lleva en su cuerpo un cúmulo de música, prosa, poesía, actuación y docencia que usa a discreción para agrietar los discursos dominantes que se presentan como verdades; para abrir cajas negras por donde empieza a entrar la luz.
Revuelo sur, su último disco, fue presentado en Europa y próximamente habrá anuncios de fechas en Argentina para convidar con su música. Antes editó Buena vida y poca vergüenza y Traviarca, junto a la Bandada de Colibríes, donde recorre ritmos folclóricos y latinoamericanos.
Editó también varios libros: Poemario trans pirado, Relatos en Canecalón, Crianzas, Hojarascas, poesía urgente para esta humanidad; Realidades, que compila toda su obra poética. Además, escribió una infinidad de columnas en Soy, el suplemento de diversidad de Página 12 y colaboró con revistas culturales independientes como Caja Muda, Waska, Queer ArtZine, Ají y Revista Colada.
Como actriz participó en películas como Mía, Escenas de una fiesta rota y protagonizó Andrea. Un melodrama rioplatense, Nube y Yo, mi primer obra de arte, junto a Lulú Mansilla.
El 1 de mayo de 2024, junto a un grupo de compañeres inauguraron “Fufú Radio”, la primera radio compuesta completamente por personas travestis y trans no binaries, donde rige una “pedagogía trava – trans” que dice “no venimos a competir, no queremos correr en función de cómo le va a la otra persona y hacia dónde deberíamos estar yendo y cuál es la táctica y el modo para conseguir eso a donde deberíamos estar yendo”.
El proyecto –contó- dialoga con el nuevo disco de Liliana Herrero titulado “Fuera de lugar”, que encierra el concepto de bajarse de un modo de hacer, donde las reglas las pone la corriente dominante, el mainstream. Dice sobre el streaming: “La comunicación hoy repite las lógicas de lo que fue la televisión antes, la lógica del sistema capitalista. Hay que animarse a bajarse. Estamos para comunicarnos entre nosotres y entonces hay que bajarse de muchas reglas que para mí son el fracaso”, enunció.
“El éxito”, en contraste, “es tener el espacio que nos gusta porque lo hicimos entre todes”. Para el primer cumpleaños de la radio, el próximo 1 de mayo, van hacer un programa en vivo desde la Tribu Mostra, en la Ciudad de Buenos Aires, para inaugurar la temporada y “sentir, ni siquiera que hay una resistencia porque me niego un poco a esa idea: esta es una época para molestarla, para soñar nuevas insurgencias que nos esperan”.
Para el cierre de la charla Susy leyó un texto inédito, una “poesía muy traviarca” que termina así:
hay un gorrión caído por una bala de un niño
al que educan incesantemente en hombre
le regalan ese siniestro juego para que vaya aprendiendo
mientras
hay otro niño marroncito que es el gorrión caído
de un poli que empuña un arma
entonces
¿qué somos y para qué servimos las poetas
si no salvamos ni al gorrión ni al niño?
Es la pregunta inútil y estallada
como esa hormiguita frente al huracán
otra vez,
así de inútil,
así de estallada.