El intendente de Cutral Co, Ramón Rioseco, desestimó la posibilidad de ir en un mismo frente con Comunidad o con el gobernador Rolando Figueroa en las próximas elecciones legislativas nacionales y remarcó que es importante pensar en una fuerza opositora que “sea competitiva” y que frene las políticas neoliberales que impulsa Javier Milei contra las clases populares. Aseguró que, en Neuquén, el armado del Frente y la Participación Neuquina será dentro de un esquema que incluya al PJ, pero afirmó que será necesario trabajar para “sumar a otros sectores”.
En dialogo con Intempestiva, dijo que el partido que lidera el mandatario provincial es “cuasi MPN” y que “vota según la coyuntura, según lo que le van a mandar” y se diferenció aclarando que “nosotros tenemos convicciones”. “En Cutral Co mantenemos una coherencia ideológica y política”, mencionó y remarcó que “hay cuestiones que no se discuten y eso también hace que la gente nos vote y confíe en nuestro proyecto”.
Cuestionó la falta de planificación provincial, la ausencia de políticas pensadas a largo plazo y la mala distribución de la riqueza a nivel provincial y destacó la política que lleva adelante su espacio en la comarca petrolera, donde superávit fiscal le permite hacer obras que cambian la vida de vecinas y vecinos.
-¿Cuál es su perspectiva, su mirada de la provincia?
-La situación provincial respecto del país es bastante buena, diría, muy buena. ¿Por qué? Bueno, todo lo que se refiere a la energía, particularmente al petróleo y al gas, anda muy bien porque anda bien Vaca Muerta. El país es un país necesitado de energía. Con el potencial de Vaca Muerta ya se abrió la exportación de petróleo y también se va a abrir la exportación de gas. En ese sentido, de no mediar alguna cuestión rara como puede ser la baja del petróleo o la baja del gas, vamos a seguir en un sendero de crecimiento.
-Pero dicen que es sólo una ventana de oportunidad…
-No es para siempre, pero es una ventana larga. El yacimiento tiene un potencial de 50 años, así que la ventana es larga. Eso nos tiene que hacer pensar de manera inteligente en un programa de reconversión productiva a largo plazo, que es obligación del Gobierno provincial; y en un fondo anticíclico, pero que no se lo gasten siempre. Los chicos están sin clases, las rutas no están bien y eso es incompatible con la renta que tiene per cápita la provincia de Neuquén, que es lo que nosotros siempre cuestionamos y que, cuando fui candidato a gobernador, propusimos para resolverlo. Ese es un problema de visión estratégica, de cómo ha encarado estos últimos 60 años el Gobierno del MPN. Esperemos que esto lo cambie el Gobierno de Rolando.
-¿Crees que es sólo un problema de plata o sólo un problema del Estado?
-Ambas cosas, me parece. Porque hay un criterio de que el Estado se tiene que hacer cargo de todo, que el Estado también tiene que resolver el problema laboral, y eso hace que la renta de la provincia esté puesta en los sectores del Estado. Neuquén debe elaborar una agenda de crecimiento en cuanto a la infraestructura y hacer una planificación a corto, mediano y largo plazo. Es decir, pensarla a 20, 40, 50 años. Y después, hay que cambiar la idea de que hay que conseguir trabajo en el Estado o no hay otra salida, lo que genera exceso de empleo público y exceso de gasto corriente. Es antipático lo que digo, pero es una realidad. Hace falta poner en caja eso en la provincia e ir en forma pausada, ordenada y sistemática transfiriendo la economía a alternativas, como el turismo, el desarrollo de la industria, el desarrollo de parques industriales. Nunca hubo, o por lo menos no lo visualizamos, una planificación estratégica respecto a estos temas. No escucho que se está hablando de una política relacionada a los parques tecnológicos, las energías limpias o los parques industriales teniendo tanta disponibilidad de viento y de sol.
-El gobernador Figueroa te considera su compañero. ¿Lo sentís igual?
-Sí, digamos, estamos en Neuquén y defendemos cada uno su territorio. Y el acuerdo que hemos hecho es de gobernabilidad. ¿Qué significa la gobernabilidad? Significa colaborar recíprocamente, no hacer sacadillas y respetarse, nada más que eso. Nosotros le pedimos poco a la Provincia y no lloramos. No andamos por los rincones diciendo que nos dan poco. Pedimos tranquilidad y respeto, nada más. Y eso debe ser recíproco.
-Y en este contexto, con lo que viene explicándonos, ¿qué desafíos tiene el Cutral Co del presente y el Cutral Co del futuro?
-El de crecer ordenado y el de fortalecer el recurso humano a través de la educación. Estamos poniendo muchas fichas en trabajar para fortalecer la cultura, el deporte y la educación como ejes fundamentales. También nos enfocamos en el crecimiento ordenado de la infraestructura urbanística. Estamos trabajando mucho en ese sentido y queremos seguir avanzando hacia una reconversión de energías limpias, de parques industriales y de desarrollo económico para tener otras alternativas. No es tan fácil, son desafíos a largo plazo, pero ya hemos hecho los primeros pasos con el Polo Solar, que lo estaremos poniendo en marcha el 22 de octubre -ya está toda la reglamentación burocrática del país para ponerlo en marcha-, y el Parque Tecnológico está colmado de empresas.
-¿Cuál es la obra más importante de su gestión?
-El colegio preuniversitario es para nosotros fundamental, hacía 30 años que se reclamaba una escuela técnica y gracias a la pandemia la conseguimos. Tuvimos la iniciativa y el valor de ponerlo en marcha más allá de lo que pasara en el futuro, pero ya está consolidado y su presupuesto depende de la Universidad, depende del presupuesto nacional. Nosotros también hemos colaborado con infraestructura que hoy funciona y hemos colaborado en la construcción de la escuela, que es una obra que ronda los 5.000 millones de pesos. Es una obra que nos ha desangrado a nosotros, nuestro superávit, pero que lo hicimos con gusto porque es el mejor legado. Creo que va a ser la mejor obra que le vamos a dejar a este pueblo, una escuela.
Y después el turismo. Por eso hablamos de reconversión. Hoy viene un montón de gente porque ya está instalado que tenemos un museo a cielo abierto. Queremos tener relevancia turística y es parte de una política pública, de una política de arte que hace a la identidad cultural, a la identidad del pueblo.
-¿Cómo se lleva con Plaza Huincul?
-Bien, somos buenos vecinos y tratamos de acompañarnos recíprocamente con el intendente. Tenemos muchas cosas en común, como es el agua y la cloaca, así que estamos trabajando codo a codo. Estamos haciendo una obra importante de gas, hemos hecho obras de agua en conjunto y ahora estamos planificando hacer la planta de tratamiento cloacal, que se hará en Plaza Huincul y que tiene un costo realmente muy elevado, cerca de 10 millones de dólares.
-¿Qué va a pasar con las elecciones legislativas nacionales?
-Más allá de lo partidario y de lo personal, estoy muy preocupado por lo que pasa en la Argentina. Creo que en la Argentina se está construyendo un gobierno unitario, neoliberal y de concentración económica galopante. Tomemos conciencia de lo que está pasando, porque fíjese que Milei, con la minoría absoluta en las dos cámaras, ha hecho un ajuste feroz, ha sacado leyes que son de un ajuste tremendo; imagínese en un escenario 2025, donde él tenga mayoría o un apoyo más importante que el de ahora. Si no privatizó YPF, Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y otras empresas es porque no tenía los votos, no porque sea generoso. Eso viene y arrasa. Hay como una acción deliberada en destruir el federalismo, como lo es la decisión de no mandar recursos a los gobernadores y a los intendentes ni hacerse cargo de ninguna obra. Es fácil gobernar sin tener ninguna responsabilidad. Y ahora, se acaba este tema de que no se pueden cobrar las tasas con los servicios públicos. No es el caso nuestro, pero en la provincia de Buenos Aires o en La Pampa, todos los pueblos chiquitos cobran con la cooperativa eléctrica porque de lo contrario no hay manera de cobrar el impuesto. La gente no tiene cultura de pagar impuestos. Nosotros estamos todos los días detrás para que nos paguen las tasas. Pero la nuestra es una ciudad más grande, ya tiene una política propia, tiene una vida propia, se sabe que hay que pagar o pagar, no hay mucha alternativa. Pero en las ciudades chicas, donde es muy difícil, destruyó al intendente, y cuando se destruye al intendente se destruye la ciudad, porque la ciudad no tiene cloaca, no tiene pavimento.
Creo que hay una acción deliberada, claramente, del sistema político y en esto hay que echarle la culpa a (Carlos) Menem, porque en la Constitución del 94 quedó plasmado el unitarismo de la República Argentina. Volvimos al 1800. Fíjese que el presidente se sacó todas las responsabilidades que tenía. Y éste está siendo fiel a la Constitución. No es que esté inventando algo nuevo. Lo que pasa es que antes había prerrogativa de obra pública, prerrogativa de aportar para la seguridad, prerrogativa para aportar las vacunas. Ahora, él (Milei) dice que no es su responsabilidad, claro, se lo garantiza la Constitución. ¿Qué Constitución? La neoliberal del menemismo. Y está siendo un Gobierno unitario, que puede llevarnos a la ruptura nacional. Porque esto hasta que se cansen los gobernadores. Y él saca las leyes apretando a los gobernadores. ¿Quién cree que los radicales tenían ganas de votar a favor del veto? En realidad, apretó a los gobernadores para mandarles dos pesos y terminar algunas obras, que después ni mandó…
-Y en este contexto y ante este panorama, ¿qué se tiene que hacer?
-En ese marco hay que armar una estrategia donde Milei saque los menos diputados posibles, porque de sacar muchos diputados o de ganar las elecciones con el 34%, 35% o 38%, pobre Argentina en 2026. Grave lo que le estoy diciendo: ¡pobre Argentina en 2026! No va a haber ninguna duda que va a privatizar todo rápidamente. Entonces, me parece que ese es el primer marco conceptual a discutir. Después, en la provincia está muy difícil, estamos divididos en cuatro sectores. Nosotros somos del espacio del peronismo, pero me parece que hay que sumar otros sectores para generar este volumen político y enfrentar a Milei.
-¿Con Rolando Figueroa?
-No, no con Rolando. Ellos tienen un espacio propio que es el cuasi MPN o Comunidad, pero que están casi juntos. Y me parece que ellos tienen una cultura propia y votan lo que les conviene, coyunturalmente, y uno no puede manejarse por la coyuntura (N. de R.: en relación a las bancas en Diputados y Senadores). Por lo menos yo, en Cutral Co, trato de mantener una coherencia ideológica y política. Hay cuestiones que no se discuten y eso sostiene también que la gente nos vota y confía en nuestro proyecto. Ellos (por el MPN) votan de acuerdo a lo que le van a mandar. Nosotros queremos una sociedad con más previsibilidad, una sociedad que piense en la mejor distribución de la riqueza. Tenemos una sociedad que es muy rica, pero con una mala distribución de la riqueza. Por eso no tenemos rutas, por eso no tenemos puentes, por eso no tenemos escuelas… Es un problema político central. No podemos tener 70.000 empleos públicos. Y yo soy de izquierda, pero no puedo tener 4.000 empleados en la Municipalidad. Sería un desastre para la ciudad, porque no habría plaza, no habría asfalto, no habría cloacas, no habría colegio, no habría nada. Esto no es de izquierda ni de derecha, hay sentido común de cómo nosotros hacemos crecer a nuestro espacio que nos toca gobernar. Nosotros tenemos superávit fiscal en el marco de un país que se cae a pedazos. Lo sostuvimos por la coherencia a largo plazo. Tenemos un superávit fiscal extraordinario y no lo negociamos haciendo cosas irresponsables, hacemos lo que es importante para la gente.
–¿Y cuándo arranca el armado político?
-Estamos hablando. Hay que esperar hasta fin de año y después armar algo que nos permita ser competitivos. El escenario es muy complejo y Milei tiene un 50% de imagen positiva. Y la gente… hay un cambio de época. Hay un cambio de época mental. Entonces, uno tiene que también subirse a ese nivel de pensamiento y trabajar en alguna estrategia superadora respecto al sistema. Se dice que hay que reinventarse constantemente, pero además tienen que leer eso. Fíjese que tiene un 50-52 por ciento promedio de imagen positiva y no ha tomado una sola medida a favor de la gente. Entonces uno no comprende cómo la gente apoya y vota. Lo escuchaba el otro día, en Mendoza, decir que los empresarios, los más ricos, son los benefactores de esta Argentina. No digo que sean el diablo, pero los benefactores no son. Fíjese lo que pasó con los jubilados y lo que pasa con las universidades, que representa el 0,1% del producto bruto. ¿Me entiende lo que le digo? Le volvió a poner el Impuesto a las Ganancias a los trabajadores de clase media. A la clase media le pegó en el medio, en el centro de su economía. A la clase media la destruyó, pero tiene el apoyo. Entonces, la gente cree que el ajuste es el camino. Nosotros creemos que no. Creemos que el ajuste no es el camino y también creemos que ser eficiente y tener superávit es el camino. Yo creo que las dos cosas se pueden equilibrar con sentido común y con senderos que nos permitan tener esa confianza.