La Policía y Gendarmería nacional junto con la Policía de la Ciudad reprimieron la marcha de jubilados realizada en las inmediaciones del Congreso. La movilización de ayer fue multitudinaria debido al acompañamiento de hinchas de fútbol, sindicatos y partidos políticos a los jubilados que marchan cada miércoles para pedir la prórroga de la moratoria previsional y la restitución del “100%” de los medicamentos del PAMI, entre otras demandas. El saldo fue un centenar de personas detenidas –que ya fueron liberadas por orden de la jueza Karina Andrade- y la agresión al fotógrafo Pablo Grillo, que recibió el impacto de una granada de gas lacrimógeno en la cabeza y se encuentra en estado crítico. También un policía recibió una herida de arma de fuego y fue hospitalizado. En repudio a la represión, la movilización se trasladó a la Casa Rosada, donde cientos de manifestantes que se reunieron espontáneamente hicieron sonar cacerolas al grito del lema que marcó el 2001: “Que se vayan todos”.
Las fuerzas de seguridad intentaron dar cumplimiento al “protocolo antipiquete” de Patricia Bullrich. Con camiones hidrantes, balas de goma y gases lacrimógenos, desde la antes de las 17 –hora a la que estaba convocada la movilización- buscaron disuadir la presencia de manifestantes, que a su vez respondieron a los ataques arrojando piedras y baldosas.
Entre las imágenes que transmitieron los medios de comunicación presentes en el lugar, se destaca el golpe que un policía de la Federal le propinó en la cabeza a Beatriz Bianco, una mujer de 87 años que quedó tendida en el suelo y debió ser atendida por el SAME. Asimismo, quedó filmado el momento en el que Grillo recibe el impacto de la granada de gas lacrimógeno en su cabeza, que le causó politraumatismos de cráneo con pérdida de masa encefálica. Anoche fue operado y su estado es crítico y reservado.
Mientras esto sucedía en las inmediaciones del Congreso, adentro, en el recinto, también se desarrollaban escenas de violencia física e institucional. En este caso, los protagonistas fueron integrantes del oficialismo que forzaron a diputados de su propia fuerza y aliados a no dar quórum para evitar que se trate la moción de UxP que buscaba emplazar a las comisiones para que traten un proyecto con la remoción de las facultades delegadas otorgadas al Presidente.
Lisandro Almirón, de La Libertad Avanza, se abalanzó sobre el ex presidente del bloque y actual miembro del MID, Oscar Zago, para sacarlo de su banca y evitar que diera quórum. A fuerza de puños, gritos y empujones, lo sacaron del recinto. Mientras que la diputada de LLA Lilia Lemoine insultó a sus colegas Marcela Pagano y Rocío Bonacci. El desmadre en el recinto fue aprovechado por el presidente de la Cámara, Martín Menem, para cerrar la sesión por falta de quórum, dado que por los desmanes muchos legisladores no estaban sentados en sus bancas.
Foto de portada: Rodrigo Abd.
