GREMIALES POLÍTICA

Ley de Financiamiento Universitario, entre la sanción, el veto y otra marcha federal

“No podemos estar así. Ya llevamos casi un año, ocho meses, sólo hablando de presupuesto, sólo hablando de tarifas, sólo hablando de que no nos alcanza. Es un tema muy serio que prácticamente nos llevó toda esta parte del año. Lo que necesitamos, ahora, es que esta parte que queda del 2024 podamos transitarla con cierta estabilidad”. En diálogo con Radio Universidad Calf, la rectora de la Universidad Nacional del Comahue, Beatriz Gentile, insistió en la importancia de que el Senado apruebe la Ley de Financiamiento Universitario. Ante la amenaza de que el presidente Javier Milei vete la normativa, se instala con fuerza la convocatoria a las calles con una marcha federal.

El proyecto busca resolver lo que el Gobierno no pudo o no quiso: aumentar el presupuesto de las casas de altos estudios. La falta de fondos condicionó el funcionamiento de los establecimientos, pero además perjudicó los salarios de quienes imparten conocimiento. Según un informe elaborado por la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y difundido por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), el 85% de los y las docentes se encuentra debajo de la línea de la pobreza.

Los salarios universitarios aumentaron un 56,97 %, frente a una inflación acumulada del 134,54 %. La diferencia, por supuesto negativa, es del 77,57 %. El documento señala, también, que la pérdida del poder adquisitivo real representó un 33,33%.

El presidente del CIN, Victor Moriñigo, indicó  a Intempestiva que el mayor desfasaje se experimentó con la inflación de diciembre (25,5%) y de enero (20,6%), cuando los salarios no percibieron ninguna actualización. “Ahí hay un 40 y pico de puntos que explica, casi, la diferencia que hoy tenemos. Nadie se quiso hacer de esa inflación”, remarcó.

Recordó que el atraso en los haberes tiene larga data, pero nunca tan pronunciado como hasta ahora. “Así y todo, con el gobierno de (Mauricio) Macri tampoco se perdió durante tanto tiempo. Acá lo que ha sucedido es que hay una diferencia de 50 puntos sostenida en el tiempo y con una verdadera intención de dejarla así. Ahí está la desesperación”, afirmó. Reflexionó que, lejos de proponer un plan de pago para el próximo año, se pretende “dar lo perdido por perdido”.

Moriñigo observó que hay una fijación con las universidades públicas, ya que están “20 puntos por debajo de la pauta que el Estado fijó para organismos nacionales como el Ejército Argentino, Radio Nacional”, entre otros. “Por eso hay tanto enojo en los trabajadores universitarios. Es inexplicable lo que está haciendo el gobierno”, enfatizó.

El además rector de la Universidad de San Luis, no cree que se trate de “una estrategia maligna”, sino que más bien se debe a “un desconocimiento, una distracción o un error” en la gestión. “Todo es lento, todo sirve para perder el tiempo, para hacer caja. Mientras menos nos movamos, menos gastamos y eso se va notando. Cuando vamos a la paritaria y lo cuentan los gremios, los ministros no saben cómo contestarlo y siempre terminan la reunión diciendo: Sí, sí, lo vamos a revisar. Venimos así hace 8 meses”, relató.

Yo creo que hay un poco de maldad, un poco de crueldad y ensañamiento”, opinó por su parte la secretaria general de la Asociación Docentes de la Universidad Nacional del Comahue (ADUNC), Silvia Brouchoud. Aunque también reconoció que hay cierto desconocimiento. “Muestra de eso fue que, a principios de año, cuando había que discutir la paritaria salarial, el Gobierno nacional convocó tanto a las federaciones docentes como a las no docente, cuando históricamente tuvimos paritarias distintas”, ejemplificó, en diálogo con Intempestiva.

Pero vio algo positivo. “A partir de ese desconocimiento nos unieron. Nos querían unir para destruirnos y al final se formó el Frente Sindical de las Universidades Nacionales, que hasta ahora sigue vigente y se sigue articulando”, recalcó y citó al “Colorado” Luis Tiscornia, secretario general de la CONADU – Histórica: “Nos unieron para destruirnos y nosotros nos unimos para defendernos”.

Ambos referentes universitarios coincidieron en que la salida del conflicto está en la aprobación de la Ley de Financiamiento de las Universidades, ya que el Gobierno no muestra predisposición para llegar a un acuerdo en las mesas de negociación. “Esa Ley, que se podría debatir el jueves en el Congreso, le ordena al Poder Ejecutivo a igualar los salarios a la inflación”, explicó Moriñigo.

Y agregó: “Tiene un costo fiscal de 0,14 puntos del Producto Bruto Interno, números obtenidos por la oficina del Congreso. Si el presidente considera que es mucho, yo creo que debemos explicarle a la sociedad que, por la mitad de eso, pudo haberlo arreglado, en tiempo y forma, acercándose, teniendo las reuniones, ofreciendo un pago en cuotas. Siempre hubo una salida, pero en el tiempo oportuno”.

Sin embargo, aunque el Senado apruebe la iniciativa, crece el temor de que Milei dé marcha atrás con la medida, tras el veto a la nueva ley de movilidad jubilatoria. Ante esa posibilidad, comienzan a gestar una nueva marcha federal universitaria. Ni Moriñigo, ni Gentile quisieron anunciar un día determinado, dado que prefieren conservar la cautela y esperar a la votación definitiva.

Brouchoud sí se animó a marcar una fecha. “Sabemos que si el presidente vetó la ley de los jubilados, hay altas probabilidades de que se vete la ley de financiamiento universitario. Entonces, con esas cartas sobre la mesa lo que se está barajando es la posibilidad de hacer otra marcha universitaria en la semana del 16 de septiembre”, afirmó.

Señaló que no está definido, pero es una buena alternativa, porque se encuentra en el medio del periodo de 10 días que Milei tiene para promulgar o vetar la iniciativa: “Justo ahí, en ese en esa ventana, estaría bien hacer la marcha. Eso es lo que nosotros estamos impulsando desde nuestra federación CONADU- Histórica, porque entendemos que es el momento para hacer presión y que no la vete”.

Más del 85% de los docentes, por debajo de la línea de pobreza

El informe de la UNSAM dejó datos alarmantes: “El 92% de los docentes sin antigüedad cobra un salario por debajo de la línea de pobreza” mientras que esa condición alcanza al 87% de los docentes con 10 años de antigüedad. En los no docentes la cifra es menor, pero aún significativa: “El 63% de los no docentes con 10 años de antigüedad cobra un salario por debajo de la línea de pobreza”.

Moriñigo explicó que ello se debe a que el 70% de los docentes tiene dedicación simple, es decir, 10 horas semanales. Si bien la carga horaria les permite sostener otros empleos, Brouchoud señala que también es menor el vínculo y compromiso con la universidad. Los bajos salarios, motivan a los trabajadores a alejarse de la educación pública y asentarse en la privada.

“Todavía no tenemos porcentaje, pero lo que sí sabemos es que en cada sesión del Consejo Superior de la Universidad se están aprobando al menos 10 renuncias de docentes regulares, eso no es un dato menor. Nosotros tenemos dos tipos de cargos, los regulares, que son estos cargos que en el nivel medio vos podrías llamar titular. Son cargos estables”, afirmó la secretaria general de ADUNC. Agregó que, además, cuando se llama a cubrir esos cargos “los concursos quedan desiertos, nadie se presenta”.

En números, indicó que “un profesional que recién entra a la universidad, sin antigüedad, en el cargo más bajo que es el de ayudante de primera, con 40 horas semanales, con 8 horas por día trabajando y con el título retenido, está cobrando de bolsillo 750.000 pesos”. Un ayudante con 20 horas, es decir, dedicación parcial y sin antigüedad, “cobra 330.000 pesos”. “Esos son nuestros salarios. Se vuelve un nicho laboral que no es competitivo, que es poco atractivo”, remarcó.

Reconoció que, en la región, la cifra de docentes con salarios por debajo de la pobreza es menor, del 50% en promedio. Ello se debe a que hay un mayor porcentaje de trabajadores con dedicación exclusiva, “pero los sueldos siguen siendo magros”. Además, el pago de la zona patagónica mejora el monto total de los haberes. Sin embargo, remarcó que el costo de vida es mayor no sólo en materias de alimentos y vivienda, sino en también ante las capacitaciones que por lo general se encuentran en ciudades cabeceras como Buenos Aires, La Plata y Rosario.

Los senadores neuquinos peronistas votarán a favor de la Ley

La rectora de la Universidad Nacional del Comahue, Beatriz Gentile, y los representantes de ADUNC se reunieron con los senadores por Neuquén del bloque de Unión por la Patria, Silvia Sapag y Oscar Parrilli. Ambos manifestaron su compromiso para votar a favor de la Ley de Financiamiento Universitario.

Quién no atendió el teléfono fue la senadora por Comunidad Neuquén, Lucila Crexell, quien ha mantenido una posición discreta, tras la polémica en la que se vio involucrada frente a la votación por la Ley Bases: fue denunciada por dádivas, ya que el gobierno de Javier Milei la postuló como embajadora en la Unesco en pleno proceso de negociación.

De todas maneras, desde la comunidad universitaria confían en que habrá consenso y que el Senado aprobará el proyecto. La duda está en que el presidente decida vetar la ley y prolongar el conflicto. “Lo único que va a conseguir Milei con eso es reeditar la marcha del 23 de abril. Y si tenemos que poner un millón y medio de personas en las calles, lo vamos a volver a hacer”, recalcó Brouchoud.

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