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INFORME ESPECIAL

“La Ley de Alquileres era demasiado avanzada”

Gervasio Muñoz es referente de Inquilinos Agrupados. En diálogo con Intempestiva analizó el derrotero de la Ley de Alquileres, sancionada en 2020, reformada en 2023 y suspendida por el DNU Nº70/2023 de desregulación económica de Milei. “Era una ley demasiado avanzada para el gobierno que teníamos”, afirmó, durante una entrevista telefónica.

El referente de inquilinos a nivel nacional consideró que “nuestra dirigencia cree que la vivienda es un negocio y, no solo lo cree, sino que se dedica también al negocio inmobiliario” y resaltó que “ahí tenemos un problema muy importante que tiene que ver con cómo disputamos esta idea de que para nosotros la vivienda es un derecho y, para un sector muy importante del campo nacional y popular, es un negocio”, sostuvo.

“La clase política sólo sabe repetir y prometer que todos vamos a ser propietarios porque bajo ningún punto de vista se va a meter con el mercado”, cuestionó y apuntó contra los créditos hipotecarios que lanzó recientemente Rolando Figueroa en Neuquén al afirmar que quienes tomen ese préstamo “no van a terminar de pagar el crédito nunca porque el capital se actualiza por inflación entonces vas a ser un inquilino pero del banco”.

-¿Qué evaluación hacés de la Ley de Alquileres que teníamos hasta que entró en vigencia el DNU?

-A grandes rasgos, era una ley demasiado avanzada para el gobierno que teníamos, para el escenario político. Una ley que planteaba, básicamente, intervenir la renta del mercado inmobiliario en todo el país y no había fuerza política dispuesta -y no la hay- a llevar adelante alguna medida así. Parte del incumplimiento de la ley, de los discursos alrededor de la ley por parte del mercado inmobiliario, la derecha, el gobierno de Alberto Fernández, fue lo que generó finalmente la situación en la que estamos hoy en donde Milei, por decreto, deroga la Ley de Alquileres y no hay consecuencias políticas. Me refiero a que nadie de la clase política se refiere a la situación del acceso a la vivienda en alquiler.

-Se da también la situación de que quienes tienen contratos realizados durante la vigencia de la ley están pagando actualmente un valor por debajo de lo que pagarían si tuvieran que salir a alquilar hoy. ¿La ley no produjo un desfasaje en los valores?

-Nosotros defendemos trabajadores, no defendemos al mercado inmobiliario, por lo tanto, creemos que el precio del alquiler tiene que ser bajo. Y eso es lo que generaba la Ley de Alquileres y por eso se derogó. Nosotros defendemos trabajadores y defendemos el salario, y la forma de defender el salario es desenganchar un precio tan importante como es el alquiler del precio del mercado. Además, los precios de los alquileres, con respecto a los salarios, a pesar de que tengas la Ley de Alquileres, son precios muy altos que condicionan la vida de los que alquilamos. No ahora, porque no son los tiempos políticos, pero creo que deberían estar más bajos. Y esa es una gran discusión. Aún dentro del campo nacional y popular se cree que un precio de alquiler bajo es malo para los inquilinos. Cuando uno revisa la historia argentina, pre dictadura, el precio del alquiler significaba el 25 por ciento del salario del trabajador, por decreto. En el peronismo, el precio del alquiler era el cuatro por ciento del salario. Y no porque el salario estaba alto sino porque había medidas para que el precio de los alquileres no aumente. Hay algo en que yo creo que nos ganaron y es en creer que la vivienda tiene que ser un negocio. Y para mí no tiene que ser un negocio. Para mí, el que tiene viviendas en alquiler tiene que entender que está haciendo un negocio con una necesidad fundamental y vital y por lo tanto no puede ganar tanta plata como la que gana, y si quiere ganar tanta plata que se ponga una fábrica o algo que genere trabajo. Eso sucede y eso fue y es uno de los impedimentos más fuertes que tenemos para avanzar en el acceso a la vivienda: que nuestra dirigencia cree que la vivienda es un negocio. Y no solo lo cree, sino que se dedica también al negocio inmobiliario. Ahí tenemos un problema muy importante que tiene que ver con cómo disputamos esta idea de que para nosotros la vivienda es un derecho y, para un sector muy importante del campo nacional y popular, es un negocio.

-¿Podrías mencionar tres o cuatro rasgos que caracterizan a esta época, a partir de la suspensión de la ley por el DNU?

-Uno, contratos muy cortos, de seis meses o un año, para maximizar rentabilidad de los propietarios y de los intermediarios (las inmobiliarias). Actualizaciones trimestrales por inflación, lo que para mí, y lo estamos viendo, es una bomba de tiempo; no va a aguantar mucho tiempo esta situación. En abril estuvieron los primeros aumentos trimestrales por inflación y la situación empieza a ser dramática. Las familias no pueden pagar los precios a solo tres meses de haber comenzado un contrato de alquiler. Y las condiciones de ingreso profundamente excluyentes, elitistas, que hacen que crezca el hacinamiento y todo lo que ya sabemos. Quizás la característica fundamental es que no hay país en el mundo, salvo Argentina, que no tenga regulación de las condiciones de vivienda.

-Cuando decís que la situación va a ser dramática, ¿avizorás un escenario de desalojos?

-Sí, dos tipos de desalojos: el desalojo judicial y el desalojo económico. El desalojo judicial es el que conocemos todos, te llega la cédula, te dan un mes para que te vayas si no viene la policía y te echa. El desalojo económico es más silencioso, nadie se entera, el Estado no se entera -como no se entera de nada de lo que tiene que ver con vivienda- y es que termina tu contrato, lo querés renovar y el precio que te imponen es imposible que lo puedas pagar entonces te tenés que ir. Es una forma de desalojarte vía económica, sin la justicia. Esas dos situaciones las empezamos a ver, en principio, en sectores jóvenes y en jubilados. Yo creo que en tres o cuatro meses va a ser generalizado.

-¿Conocés alguna iniciativa que esté llevando adelante en este momento algún municipio o provincia que favorezca el acceso a la vivienda?

-No, ninguna. La clase política solo sabe repetir y prometer que todos vamos a ser propietarios porque bajo ningún punto de vista se va a meter con el mercado. En Neuquén hubo un gran anuncio la semana pasada de que van a construir viviendas, ¿no? Bueno, tenemos un problema y es que por derecha y por izquierda el discurso es un discurso profundamente mentiroso. Es la promesa de que todos vamos a ser propietarios por crédito UVA o por construcción de vivienda pública como puede ser el Procrar, etc. Y en realidad lo que están ocultando es que bajo ningún punto de vista se van a meter con el mercado inmobiliario y el problema no se va a resolver. Argentina es un país que tiene cada vez más inquilinos y menos propietarios. Estamos hoy en índices de propietarios pre peronismo. Esa es la consecuencia de que haya un Estado al servicio de la rentabilidad. Es un país que tiene récord en viviendas privadas. En Argentina sobran viviendas. Eso es otra cosa que nadie dice. En Neuquén sobran viviendas. Hay más viviendas que hogares. Si hoy en Neuquén obligás a que todas las viviendas estén alquiladas, sobran viviendas en Neuquén y en cada provincia de Argentina. Y ni que hablar en la ciudad de Buenos Aires.

-El gobierno de Neuquén anunció el lanzamiento de un crédito hipotecario UVA para la construcción o compra de viviendas, de hasta 50 millones de pesos a pagar en 20 años. ¿Qué destino les espera a quienes hoy tomen ese crédito?

-Un dato objetivo es que no van a terminar de pagar el crédito nunca porque el capital se actualiza por inflación entonces vas a ser un inquilino pero del banco, que además se quedó con tu ahorro porque necesitás dejar un porcentaje del valor de la vivienda. No te dan el cien por ciento del valor de la vivienda, como sucedía pre dictadura. Te dan hasta el 80 por ciento (N. de la R: en el caso neuquino, se anunció que la compra cubre hasta el 80% del valor de la escritura y la financiación para la construcción es del 100% de la vivienda). Por lo tanto, se quedan con tus ahorros y además nunca vas a terminar de pagar. Eso es lo que sucede con el sistema UVA. Es quedarte enganchado endeudado con los bancos. Por otro lado, esto es una opinión, yo creo que en un contexto económico como el que se vive donde se plantar flexibilización laboral, ajuste de salarios, desempleo, aumento de tarifas, aumento de alimentos, hoy, meterte en un crédito mientras no sabés cuánto tiempo más vas a seguir teniendo tu laburo, cuánto tiempo más vas a poder seguir pagando la cuota del crédito hipotecario porque de luz te vinieron 150 mil pesos o de gas te vinieron 100 mil, o tu esposa o tu esposo se quedan sin trabajo…. Es incompatible el crédito hipotecario a largo plazo con una clase trabajadora cada vez más empobrecida y precarizada.

1 Comment

  • Ekeko mayo 21, 2024

    excelente la nota, saludos

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