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INFORME ESPECIAL

Inflación y desempleo suben la demanda en comedores de Neuquén

La brutal pérdida del poder adquisitivo de los salarios, acentuada en los últimos meses por la suba descontrolada de precios, sumada a la baja en el empleo se ven reflejados de manera directa en los comedores y merenderos de Neuquén, donde la demanda crece día a día. En este contexto, el Gobierno de Javier Milei decidió quitarle la comida de la boca a la población más vulnerable, cortando el envío de cualquier tipo de ayuda. En las últimas horas, desde el Poder Ejecutivo confirmaron que tienen guardadas más de 5 mil toneladas de alimentos “para situaciones de emergencia”, que desde las organizaciones sociales e, incluso desde la Justicia, exigen que sean distribuidas en comedores comunitarios de todo el país.

La situación en Neuquén no escapa a la lógica nacional. Aunque referentes de las diferentes organizaciones sociales manifestaron que están recibiendo ayuda constante y continua por parte del Gobierno provincial, y que incluso diversificaron y mejoraron los alimentos que les envían, todos los días llegan nuevas familias a buscar su ración de comida y se dificulta cada vez más dar respuesta a tamaña demanda. 

En algunos comedores de Neuquén capital la cantidad de raciones semanales a entregar se duplicó. En promedio, el aumento de la demanda ronda el 30 por ciento, según el relevamiento realizado por Intempestiva.

Diego Mauro, referente del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) de Neuquén, explicó que los comedores no tendrían razón de existir si todos los compañeros y todas las compañeras tuvieran un trabajo y un salario que los dignifique, y contaran con algo para comer. “Hay mucha gente a la que le da vergüenza pedir para comer, es su último recurso. La gente tiene hambre”, indicó. 

El FOL cuenta con trece comedores en la provincia, cinco de ellos en Neuquén capital. La mayoría abren sus puertas cuatro días a la semana, aunque hay otros que lo hacen dos o tres días solamente. La realidad social que se refleja en estos lugares es esclarecedora. Nuevas familias se acercan todos los días a pedir un plato de comida, lo que motivó a la organización a abrir dos días más por semana para tratar de cubrir la demanda. Por tal motivo comenzaron también a dar cena en cuatro de los cinco comedores de Neuquén capital y están pensando en ampliar esta propuesta a otros puntos de la provincia. “Muchas familias priorizan la cena antes que el resto de las comidas del día”, explicó Mauro. 

Algo similar ocurre con Barrios de Pie/Libres del Sur, organización que cuenta con cincuenta espacios en toda la provincia y que este año duplicó la cantidad de raciones semanales que entrega. La demanda se profundizó, en particular, en los últimos dos meses. Preparan más de tres mil viandas diarias. Los comedores abren tres veces a la semana, mientras que los merenderos lo hacen sólo dos.

Gladys Aballay, dirigenta de Libres del Sur Neuquén, contó que el aumento que registraron en los comedores que dependen de ellos llegó al cien por ciento en varios lugares. “En la meseta va más gente, en Los Hornitos hay una demanda grande, en Villa Ceferino depende el mes. Pero, en general, cambió la situación. Antes notabas que cuando la gente cobraba el Plan Alimentar, por ejemplo, la demanda bajaba. Y después subía a medida que avanzaba el mes. Ahora se mantiene estable durante todo el mes”, contó Aballay. 

Otro cambio que notó la referente de Libres del Sur es que “antes se veían principalmente a niños y niñas en edad escolar; ahora empieza a venir la familia completa”. 

Un dato significativo, que llama la atención pero que por el momento no es generalizado, es que están comenzando a llegar a los comedores personas que cuentan con un empleo formal. “Antes, además de los chicos, venían jefes de hogar que tenían alguna changa, que estaban en la informalidad. Pero ahora hemos registrado que viene gente, incluso, con trabajo en blanco a quienes el ingreso ya no les alcanza ni para garantizar un plato de comida diario”, remarcó Aballay. 

Recortes y altos costos

En algunos casos, las organizaciones sociales tuvieron que cerrar o achicar los espacios en los que se brindaba asistencia alimentaria a raíz de la falta de insumos, el aumento de precios y la suba de tarifas. Este es el caso de Identidad Neuquén, quienes contaban con diez merenderos/comedores y ahora sólo pueden mantener cinco. Matías Medina, referente de la organización, dijo: “Tratamos de contener la demanda, pero es imposible por la falta de recursos”. 

Con respecto a la demanda, sostuvo que se duplicó en la mayoría de los barrios y que también comenzaron a entregar viandas a la noche, ya que eran muchas las familias que reclamaban la cena. 

“Es una realidad muy triste la que estamos atravesando. Hay muchos pibes que no tienen calzado ni abrigo para ir a la escuela. Se acerca gente con tutorías en organismos estatales; no se quieren exponer porque no llegan a fin de mes, tienen muchas deudas. En los últimos meses también se vio mucha gente que ha perdido el trabajo y para ellos es una vergüenza venir a pedir comida, porque vivieron hasta hace poco de otra manera, pudiendo garantizarles la comida a sus hijos”, explicó Medina.

El dirigente también señaló que en los comedores comenzaron a aparecer “personas con trabajos en blanco que no llegan a fin de mes, que les van a cortar la luz; necesitan una mano porque no pueden pagar servicios y comida”.

Desde la Corriente Clasista y Combativa (CCC) se manifestaron en la misma dirección y aseguraron que es muy notorio el aumento de la demanda de alimentos. El dirigente Mario Cambio sostuvo que “la situación desde que asumió Milei cambió mucho, sobre todo este último mes y medio. Hay alrededor de un 30 por ciento más de gente en los comedores. Los primeros días del mes iba menos gente, eso ya no pasa más”. 

“Se nota mucho la mala situación económica de la gente, es muy notorio el deterioro generalizado. Que les hayan cortado la comida a más de 40 mil comedores es una crueldad, muy insensible lo que hacen con la gente. Lo que está haciendo Nación es absolutamente criminal. Cortaron todas las entregas. Todos los barrios populares están en crisis”, subrayó Cambio. 

Además de suspender el envío de fondos a comedores, el Gobierno Nacional decidió desacoplar el Potenciar Trabajo con el salario mínimo, vital y móvil. Esto permitió mantener congelado el Potenciar Trabajo en 78 mil pesos desde el año pasado, habiendo perdido la mitad de su valor hasta la actualidad. Mucha gente que percibe ese programa es la que está llegando ahora a los comedores. Además, varias de las cocineras de estos lugares cobran el Potenciar como contraprestación y ya no les alcanza para cubrir ni los gastos mínimos de supervivencia. Por este motivo, son varias las personas que se retiraron en los últimos meses para abocarse a otras actividades. 

Uno de los comedores más importantes con los que cuenta la CCC está ubicado en el barrio Sapere, donde la organización, además de dar comida, tiene su propia huerta comunitaria con la que se abastece. Marisol Quinchagual, una de las responsables del lugar, contó que tuvieron que recortar a la mitad las meriendas porque no pudieron garantizar los recursos para sostener la merienda y el almuerzo, dado el crecimiento de la demanda por un lado y la suspensión de los envíos de Nación, por otro. 

La demanda es creciente pero no tenemos cómo sostenerlo. Ha caído el aporte solidario de las familias. Cuando llegan ayudas del Banco de Alimentos, vecinos, iglesias evangélicas, podemos garantizar algunas viandas más para almuerzo”, indicó. 

Además, Quinchagual contó que actualmente tuvieron que implementar una lista de espera, priorizando casos, porque no pueden garantizarle la comida a todos. Esta situación, si bien en Neuquén es incipiente, ya está empezando a observarse. “La situación que estamos atravesando actualmente no es muy distinta de la que se vivió durante la pandemia”, aseveró. 

Con respecto a la gente que se acerca a solicitar ayuda, la referente de la CCC dijo que es “mucha población migrante, se renueva todo el tiempo. Hay muchas familias en situación de desalojo, que quedan en la calle o se quedan sin empleo. También muchas mujeres víctimas de violencia de género, a quienes se les brinda atención comunitaria. Se trabaja mucho también con la Defensoría de las Infancias”. 

 

De pelear por un trabajo digno, a luchar por un plato de comida

La Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) tiene en Neuquén sus actividades concentradas en el barrio 7 de Mayo. Allí, la situación no varía mucho del resto de la ciudad. El hambre golpea la puerta a diario y el histórico merendero de la CTEP, ahora también brinda almuerzo. Soledad Urrutia, referente del espacio, aseguró que “es palpable el hambre”. 

Por la grave situación social que atraviesan sobre todo las familias de los barrios populares es que decidieron, este año, abrir el comedor tres veces a la semana. La demanda superó incluso las propias expectativas y entregan unas 250 viandas por día. 

Desde la CTEP ven una situación social muy difícil, a punto de estallar. Urrutia agregó que “cada vez más gente viene a pedir comida, con todo lo que significa para un jefe o jefa de hogar ir a un comedor a buscar comida. Eso tiene que ver con que, aunque en algunos casos tengan algún trabajo, ya no les alcanza ni siquiera para comer. Además, disminuyó el trabajo, no les da el mango para poder sostener el alimento en sus hogares”. 

Veníamos peleando por trabajo genuino y empezar ahora pelear por un plato de comida es un golpe muy fuerte para todas las organizaciones, es indignante”, lamentó Urrutia. 

La Provincia, el principal sostén

Las diversas organizaciones sociales neuquinas pintaron un panorama muy similar en cuanto al aumento constante de la demanda de alimentos y a las dificultades para dar respuesta a los pedidos. Coinciden en que la situación se agudizó a raíz de la paralización de la entrega de insumos por parte del Gobierno Nacional.

En los primeros seis meses de gestión de Milei, los comedores neuquinos tuvieron que adaptarse a la nueva realidad. Algunos comenzaron a dar comida por la noche ante los reiterados planteos de los vecinos, otros hicieron malabares para poder mantener las cocinas abiertas, mientras que algunos no tuvieron más remedio que cerrar sus puertas por la falta de insumos y los altos costos de los servicios.

Desde el Municipio de Neuquén tampoco llega ayuda, a diferencia de lo que ocurría años atrás cuando se coordinaba con la Provincia y se realizaban entregas periódicas de alimentos y artículos de limpieza, entre otras cosas.

Los únicos aportes que reciben, además de lo que puedan donar vecinos, Cáritas, el Banco de Alimentos, iglesias o algunas ONGs, son los del Gobierno provincial. En ese sentido, más allá de las diferencias de planteos y posicionamientos, los referentes de todas las organizaciones admitieron que la Provincia está cumpliendo con la entrega, a pesar de algunas demoras sobre todo en el inicio de la gestión.

“Lo que se entregaba antes, muchas veces, era una porquería, pero después de discutir con la Provincia se mejoró bastante. Hay pollo, verdura, arroz, fideos, productos secos, leche; a veces, carne de vaca. Los productos que entrega la Provincia no son malos en comparación con otros lugares. Ahora hay que discutir si es suficiente, cuánto falta, etcétera”, destacó Mauro, de FOL.

En la misma línea se manifestó Cambio: “Provincia es la mayor asistencia; mejoró la entrega, viene cumpliendo, aunque con algunas demoras. Se entrega pollo, algo de carne de vaca, menúes con mejor valor nutritivo. También llega algo del Banco de Alimentos. Esto nos permitió, hasta ahora, mantener abiertos los comedores. Mientras que seguimos conversando con la Provincia porque la demanda está creciendo, la situación es muy difícil para la gente, hay una gran recesión, una depresión económica criminal”.

En el comedor que la CCC tiene en Sapere, por ejemplo, el menú es variado, e incluye panes tradicionales y saborizados, pastas con tuco y pescado. 

Desde la CTEP indicaron que, si bien es cierto que el principal aporte es el de la Provincia, también tuvieron “un parate fuerte” en cuanto a la llegada de provisiones, lo que dificultó las actividades. 

Por su parte, Aballay indicó que “el Gobierno nacional cortó toda asistencia a comedores y merenderos y eso tiene un impacto; hacemos malabares. De Provincia acompañan, aunque a veces no está ajustado a la demanda y va siendo lento. Los municipios de Neuquén no tienen ninguna política para abordar la pobreza”. 

Ferias, talleres, asesoramiento: mucho más que alimentos

El rol primordial de los merenderos y comedores comunitarios es brindar alimento digno a las personas que estén atravesando dificultades y no puedan solventar la comida por sus propios medios. Pero no es la única función que tienen estos lugares, nacidos por lo general en el corazón de los barrios populares.

Estos espacios son también lugares de encuentro y socialización, por lo que muchas organizaciones brindan una contención más amplia, que va desde el dictado de clases de apoyo para chicos, pasando por talleres culturales, de oficio y gastronómicos, hasta asesoramiento jurídico. También se organizan ferias, como las del trueque, que volvieron a estar en vigencia en los últimos meses; roperos comunitarios y eventos con fines solidarios.

Además, son muchas las mujeres víctimas de violencia que acuden a estos lugares en búsqueda de contención y de orientación sobre cómo actuar y dónde cobijarse. 

Los comedores son, para miles de neuquinos, un lugar importante en sus vidas, porque comen, alimentan a sus familias, se relacionan con pares y son escuchados, tenidos en cuenta, en momentos en que el Gobierno nacional los utiliza como descarte, como el daño colateral del brutal ajuste que están llevando a cabo. El hambre no espera.

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