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Esta tierra floreció

Abuelas de Plaza de Mayo anunció la restitución de la identidad del nieto 140. Se trata del hijo de Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz. Nació en cautiverio el 17 de abril de 1977, en el Centro Clandestino de Detención “La Escuelita”, de Bahía Blanca. La historia toca fibras sensibles en la comunidad neuquina porque esta pareja de militantes, oriunda de Bahía Blanca, se había ido a vivir a Cutral Co. Ahí fueron secuestrados y nunca recuperaron la libertad.

“Esto para nosotros es un bálsamo para seguir, a pesar de las circunstancias”, dijo Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas, en la tradicional conferencia de prensa donde dan a conocer cada nuevo hallazgo. “Su hermana Adriana lo buscó desde siempre junto a sus abuelos”, agregó, en alusión a Oscar Metz y Elisa Kaiser, que fueron quienes la criaron hasta los catorce años. Adriana, que estaba en la mesa junto a Estela, tenía un año cuando sus padres fueron secuestrados. Hoy tiene 49 años y dos hijos, que se sumaron a la búsqueda de su tío.

La restitución de la identidad del nieto 140 fue posible a partir de denuncias anónimas que fueron corroboradas mediante el cruce de información y, posteriormente, con el análisis genético que realiza el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG). Los resultados se conocieron el viernes pasado y el fin de semana fueron comunicados a ambas familias, que ya tuvieron una primera charla por videollamada.

“Este encuentro ratifica, además, lo imprescindibles que son las herramientas construidas por el Estado y la labor silenciosa de decenas de trabajadores y trabajadoras de la Comisión Nacional por el Derecho a la identidad (CoNaDI) y del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), que aún hoy, en condiciones precarias y con enormes dificultades, continúan trabajando con la convicción de que este delito debe ser resuelto”, destacaron desde Abuelas, en un comunicado.

Cutral Co, un lugar para seguir haciendo 

La historia de Graciela y Raúl tiene un capítulo en el libro “Presentes contra el olvido. Un recorrido desde Neuquén por la búsqueda de justicia e historias de vida de desaparecidos y asesinados por el terrorismo de Estado”, editado en 2023 por el Observatorio de Derechos Humanos de Neuquén, que reúne historias de personas víctimas de la dictadura en la norpatagonia. La propia Adriana Metz cuenta en primera persona cómo fue la historia de sus padres. Y también reflexiona sobre sí misma: una infancia sin padres y sin hermano, la mudanza a Mar del Plata a la casa de una tía, el comienzo de la búsqueda, su incorporación al trabajo que realiza Abuelas.

Sobre sus padres, relata que Raúl había militado en la Federación Juvenil Comunista y Graciela se había unido al PRT-ERP. Su historia forma parte de los estragos de la dictadura en la Patagonia porque, a mediados de 1976, se fueron a vivir a Cutral Co, luego que Raúl sufriera un intento de secuestro en Bahía Blanca.

Raúl Metz, sus padres (Oscar y Elisa) y Graciela Romero. Foto publicada en “Presentes contra el Olvido”

 

“Pocos meses más tarde, el 16 de diciembre, las fuerzas represivas irrumpieron en el inquilinato donde vivían para secuestrarlos. Raúl tenía 23 años y Graciela, que estaba embarazada de cinco meses, tenía 24”, se lee en el libro. Para el relato de la historia de sus padres, Adriana cuenta que recuperó datos de su historia gracias al aporte que le hizo Noemí Labrune. Supo entonces que primero llegó su padre, solo, a buscar trabajo. Al poco tiempo viajó su madre con ella, pequeña. No está claro si llegaron a Cutral Co “escapando” de la represión de Bahía Blanca, o porque creyeron que era un terreno fértil para continuar su militancia barrial. Lo cierto es que fueron secuestrados en la habitación que alquilaban y trasladados a “La Escuelita” de Neuquén, donde fueron torturados física y psicológicamente. 

De ahí, a principios de enero, fueron llevados a “La Escuelita” de Bahía Blanca. A fines de ese mes, Raúl fue sacado del centro clandestino y continúa desaparecido. Graciela continuó secuestrada hasta dar a luz a un varón, el 17 de abril. Parió en una casilla rodante que estaba en el patio, asistida por los guardias. Seis días más tarde, la sacaron de ahí y continúa desaparecida. 

Si se sabe cuál fue el recorrido de Raúl y Graciela es gracias al relato de sobrevivientes que estuvieron detenidos con ellos. Algunas precisiones fueron aportadas por Alicia Partnoy. Contó que Graciela había dado a luz a un varón. De ese bebé que nació en cautiverio, sólo se sabía, según el relato de los guardias, que había sido entregado a uno de los interrogadores. Ahora, se sabe que, desde hace unos pocos días conoce su verdadera identidad. El resto de la trama que se tejió durante los 48 años que transcurrieron en el medio, es parte de la historia que ahora los hermanos podrán empezar a recuperar.

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