Sin RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones), desde Vaca Muerta, las empresas privadas ya están construyendo tres grandes oleoductos, que permitirán que Vaca Muerta cuadruplique la actual producción de crudo, llevándola progresivamente hasta 2027 a 1.500.000 bbl/día, la mayoría de los cuales tendrá destino de exportación.
Sin ningún tipo de RIGI, ventaja impositiva, ni aduanera, se trata de inversiones en marcha y nueva producción de 1.140.000 bbl/día que, generarán nuevas exportaciones anuales por 33.288 millones de dólares.
Toda la actividad actual de Vaca Muerta, más estos proyectos en marcha, se transformarán obviamente en proyectos RIGI, ya que las empresas petroleras no despreciarían el regalo de mayores superutilidades por la reducción de impuestos, la eliminación de derechos de importación, la libre disponibilidad de toda su producción para exportar, y la libre disposición en el exterior de las divisas producidas por tal actividad.
Ahora bien, en grandes números, el valor de la producción anual de crudo de la cuenca neuquina que se vende en el mercado interno para refinar, asciende a 8.800 millones de dólares, y el valor anual de la producción del gas neuquino que abastece el mercado interno alcanza los 4.500 millones de dólares.
Esto quiere decir que las empresas productoras de gas y petróleo de la cuenca neuquina recaudan por sus ventas al mercado interno 13.300 millones de dólares anuales de la economía argentina, cifra por demás suficiente para producir las inversiones necesarias para alcanzar el nivel de producción y de exportaciones que detallé anteriormente.
Lo ratifica el actual Presidente de YPF que anunció que, al influjo del RIGI según él, se iban a invertir en Vaca Muerta en seis años un total de 80.000 millones de dólares para lograr el objetivo de exportar 30.000 millones de dólares anuales.
Los argentinos financiaremos en pesos toda la inversión que las petroleras necesitan para exportar 33.288 millones de dólares, que, al resguardo del RIGI, no ingresarán al país, ya que este régimen les garantiza disponer esas divisas íntegramente en el exterior.
La nueva inversión en dólares que estas empresas traerán a nuestro país, será una parte menor, y sólo vinculada a algún equipo especial que deban importar.
De esta manera, ni la actividad económica, ni la inversión, ni la creación de puestos de trabajo, ni las regalías se verán incrementadas por el RIGI en mi provincia. Tampoco el país disfrutará de ningún beneficio sobre las multimillonarias exportaciones que inexorablemente generará el sector petrolero, ni de las divisas que ello producirá, y seguirá dependiendo de las divisas que producen las exportaciones agropecuarias que sí seguirán obligadas a liquidar en el país.
Más que un flujo positivo de divisas para nuestro país, será una verdadera sangría de nuestros recursos con pocos beneficios a cambio.
Otra oportunidad perdida para resolver nuestro cíclico problema de estrechez de divisas en los ciclos de expansión de nuestra industria nacional.