La oposición en el Senado logró hoy, por primera vez desde que gobierna Javier Milei, imponerse con comodidad para sancionar una serie de leyes que el Gobierno nacional quería frenar a toda costa.
El primer proyecto sancionado actualiza un 7,2 por ciento los haberes jubilatorios y lleva el bono de 70 mil a 110 mil pesos. Sumó 52 a favor, 0 en contra y 4 abstenciones.
.Luego aprobó la ley que prorroga la moratoria previsional, que había vencido en marzo pasado e impedía que miles de personas pudieran acceder a una jubilación.
El Senado también convirtió en ley la declaración de emergencia para la discapacidad con 55 votos a favor y ninguno en contra (17 ausentes). Además, se revirtió el veto presidencial a la emergencia en Bahía Blanca, con 51 votos afirmativos (21 ausencias).
El primer indicio del resultado de las votaciones fue haber alcanzado el quórum con 42 legisladores presentes, 5 más de los necesarios por reglamento para habilitar la sesión.
Además, de la bancada de Unión por la Patria, se sentaron los radicales Martín Lousteau, Maximiliano Abad, Pablo Blanco, y los correntinos Eduardo Vischi y Mercedes Valenzuela, que en otras oportunidades jugaron a favor del Gobierno. También sumó al quórum la larretista Guadalupe Tagliaferri, la tucumana Beatriz Ávila, los dos santacruceños Natalia Gadano y José María Carambia –que también han colaborado para frenar iniciativas que el Gobierno rechazaba-, la cordobesa Alejandra Vigo y el correntino Carlos Espínola.
Para realizar la sesión, los senadores se “autoconvocaron” argumentando que se trataba de una sesión ordinaria, tal como había sido estipulado en la sesión preparatoria de febrero.
Luego, más del 50 por ciento de los presentes votó para convalidarla. El oficialismo, sin embargo, intentó suspenderla. Algunos senadores, como Francisco Paoltroni, llegaron a hablar de “golpe institucional”.
Desde afuera del Senado, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, atacó a la vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado, Victoria Villarruel, a quien acusó de apoyar a la oposición para que la sesión se lleve adelante. “Levántese, señora vicepresidenta. No convalide al kirchnerismo destructor”, escribió en su cuenta de X.
Villarruel no se quedó atrás y respondió: “Ministra Bullrich, la democracia fue denigrada cuando personas que integraron orgas terroristas como en su caso, manejaron durante décadas el destino del país”, exhibiendo la profundización de la fractura interna que hay en el gobierno.
Más tarde, Milei anunció lo que ya se esperaba: que va a vetar los proyectos: “A la luz de lo que pasó hoy, apuesto 100 mil a 1 que todos saben lo que voy a hacer. Vamos a vetar. Aún se dieron las circunstancias, que no creo, que el veto se caiga, lo vamos a judicializar”, dijo en un acto en la Bolsa de Comercio de la ciudad de Buenos Aires.
Un dato relevante es que para vetar una ley sancionada por el Congreso, el veto presidencial debe ser sostenido por dos tercios del cuerpo, que en el Senado es igual a 48 votos. El número es inferior al de los votos positivos que hoy reunieron las leyes sancionadas.
Sin nombrarla, acusó de traidora a Villarruel, al afirmar que los logros de su gobierno fueron alcanzados “con el 15% de la Cámara de Diputados, siete senadores, una traidora, pero con el mejor jefe de Gabinete de la historia, que es Guillermo Francos”.