Intempestiva.com.ar

OPINIÓN POLÍTICA

Con la comida no se juega

Desde niños, nuestros padres y nuestras madres nos enseñan que “con la comida no se juega”. Crecemos y esta manda la transmitimos a nuestros hijos, a nuestras hijas. El Gobierno de Milei hace todo lo contrario: se ríe de la pobreza, esconde alimentos, hace asados en la Quinta de Olivos y banaliza la situación con frases “Si la gente no llegara a fin de mes se estaría muriendo en la calle”.

El contraste estremece: el 53% de los argentinos son pobres y el 66% de los niños están bajo la línea de la pobreza, un millón de chicos se van a dormir sin comer. Esos números son vidas reales, son familias enteras que subsisten -en muchos casos- gracias a los comedores barriales. Comedores sostenidos por mujeres que ponen las cocinas de sus hogares y dan de comer a 20, 30, hasta 100 personas por semana. Comedores que funcionan gracias al trabajo de las organizaciones sociales que estuvieron y están ahí donde el Estado se corre, se borra. Así como ocurrió en la pandemia, cuando Libres del Sur repartió un millón doscientos mil platos de comida, mientras el partido provincial cerraba comedores, hoy, a pesar de las persecuciones y las acusaciones falsas, seguimos apostando al trabajo solidario y colectivo.

Se llenan los comedores de la Meseta, de Parque Industrial, de Villa Ceferino. Familias enteras se llevan un plato de comida, que en muchos casos es el único del día. De acuerdo al último informe del ISEPCI (Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana), en Neuquén se necesitó más de 1 millón de pesos para no ser pobres. En la provincia de Vaca Muerta, el basural es un shopping donde cada vez más personas revuelven bolsas para encontrar alimentos que otros desecharon. Es la segunda provincia con el porcentaje más alto de niños, niñas y adolescentes con malnutrición (bajo peso, sobrepeso y obesidad).

Las políticas de hambre de hoy serán políticas de exclusión mañana. Milei quiere un pueblo pobre y la crueldad de su gobierno no tiene límites: escondieron toneladas de alimentos, mientras aumenta la cantidad de personas que no tienen para comer.

El ajuste desplegado sobre los más vulnerables se materializa en el traslado de ingresos de los sectores populares a los ricos, a las grandes empresas y bancos; en la entrega de nuestros recursos naturales a las multinacionales; en la privatización de YPF y de Aerolíneas Argentinas; en la destrucción de la Salud, la Educación y la universidad pública; en el vaciamiento de los programas para erradicar la violencia hacia las mujeres; en la represión de la movilización social; en la persecución a los opositores. Todo esto no solamente tiene consecuencias directas en los ciudadanos que peor la están pasando en el país, sino que además afecta brutalmente la democracia, sus instituciones y relaciones.

Estamos viviendo una reversión del proyecto económico, social y político que se puso en marcha durante la dictadura, con Menem y con Macri. El país que Milei y la derecha proponen no es nuestro destino. No podemos aceptar que las riquezas se concentren en manos de unos pocos mientras miles de argentinos y argentinas luchan día a día por sobrevivir. Tenemos que unirnos, dejar de lado las diferencias y encontrarnos. Es el paso imprescindible, construir el camino para #QueSeVayaMilei.

  • Jesús Escobar – Dirigente nacional de Libres del Sur

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *