En Neuquén capital hay entre 150 y 180 personas viviendo en situación de calle, según datos no oficiales. Los números son un botín que se disputan dos áreas del Gobierno provincial, mientras cada vez más personas se caen del sistema. Entre las causas, se reiteran la migración de otras provincias con una expectativa laboral en Vaca Muerta que luego no se cumple, el consumo problemático, la desregulación del precio de los alquileres, el recorte de la ayuda social del Gobierno nacional. En la ciudad hay tres refugios de varones que trabajan en articulación con la Provincia y la iglesia. Este año, por primera vez, tuvieron que abrir también un dispositivo para mujeres. Entre los cuatro, suman 80 plazas. Junto al trabajo de Red Solidaria, no dan abasto para contener a una población cada vez más vulnerada.
Matías llegó de Tucumán a Vaca Muerta en busca de trabajo. Vino con algunos pesos en el bolsillo, paró en un hostel y después de una semana se quedó sin plata. Vende medias en el centro de Neuquén y en la noche busca refugio en los cajeros de la ciudad.
La historia de Matías se multiplicó exponencialmente en lo que va de 2024 en la capital neuquina. El director provincial de Vulnerabilidad de Neuquén, Lucas Porro, indicó que están procesando los datos del Censo de Personas en Situación de Calle, y que pretenden oficializarlos entre esta semana y la que viene. No quiso adelantar números pero mencionó algunas posibles causas. Relacionó al consumo problemático, la desregulación de los alquileres y la atracción laboral de la industria petrolera con el incremento de la problemática.
La coordinadora del refugio Cura Brochero, Miriam Francisquini, sí se atrevió a cuantificar: “Son más de 150 y pueden llegar hasta los 180”, afirmó y sostuvo que no son personas que llegan al azar, ya que trabajaron junto a la Provincia en el abordaje.
A Porro no le pareció exagerada la cifra. Conoce la situación a la perfección por su trabajo como Licenciado en Trabajo Social egresado de la Universidad Nacional del Comahue. “Cuando hice mis prácticas, mis residencias, allá por el 2016, empecé a trabajar con las personas en situación de calle. De hecho, siempre fui voluntario de la Red Solidaria”, relató.
Recordó que en su informe aquel año registró que en Neuquén “no había más de 50 personas en situación de calle”, pero aclaró que no eran datos oficiales. En menos de 10 años, la cifra se habría multiplicado por tres. El funcionario remarcó que el fin del Censo es tomar “una imagen de la ciudad” y trabajar para contener la problemática, para que no siga aumentando.
Aunque aún no se oficializaron los resultados, el funcionario observó que con sólo comparar los registros de los llamados al Centro de Integración Social (CIS) –un refugio provincial-, se puede confirmar el incremento de la demanda. “No hubo más de 200 llamados en un año en el 2023. Hoy, en 2024, ya superamos ampliamente este número en agosto. Entonces, si me preguntas si entre el 2023 y el 2024 hay un salto, tanto cuantitativo como cualitativo, te voy a decir que sí. Es evidenciable desde el ciudadano común que lo ve en la vía pública, hasta el que le toca estar en una función, como yo, y manejar los datos”, graficó.
Porro indicó que reciben un promedio de ocho o diez llamados diarios, entre personas que buscan refugio por no poder acceder a una vivienda y vecinos que denuncian casos para que aborde la provincia.
En Neuquén hay tres refugios para varones: el Cura Brochero, el María Madre y el CIS. Este año, además, implementaron el primer dispositivo para mujeres, “Zomo Newen”, con 18 plazas. “Antes no existía ningún tipo de refugio ni dispositivo para mujeres en situación de calle. Lo que se hacía era pagarles un hostel un par de días, hasta que se perdía el rastro de ellas”, resaltó.
Porro indicó que en total hay 80 plazas entre los cuatro refugios. Actualmente están todas ocupadas, menos en el dispositivo para mujeres. El funcionario explicó que, como “cuesta mucho que se sostengan la rutina diaria por las normas internas que se le ponen, que son mínimas”, se desocupan plazas que de inmediato vuelven a ser ocupadas.
“Nuestro objetivo, por lo menos hasta ahora, es que esta población se mantenga lo más estática posible. ¿A qué me refiero? A que el número realmente no se dispare porque en algún momento se pudo haber disparado. Una vez contenida, se puede empezar a disminuir”, subrayó.
Factores claves en el aumento de personas en situación de calle
Para el director provincial de Vulnerabilidad de Neuquén, Lucas Porro, hay tres factores que contribuyeron al aumento de las personas en situación de calle. Comentó que en el Censo se encontraron con que mucha gente viene a Neuquén por “la expectativa laboral que se tiene de Vaca Muerta”, pero no tienen formación y no son absorbidos por el mercado laboral: “Piensan que la van a pegar”.
Agregó que “sumado a eso, hubo un montón de caídas de programas nacionales, de aportes con los cuales muchos se sostenían”. Pero un factor determinante para Porro fue la desregulación de alquileres. “Eso hizo que alquilar sea totalmente inaccesible para esta población, que por ahí queda un poco más vulnerable y que está totalmente en la informalidad. Antes quizás podías encarar una habitación, un monoambiente con 100.000 pesos o menos. Hoy realmente es imposible”, enfatizó.
Además, calculan que “más de la mitad de la población en situación de calle está atravesada por algún tipo de consumo”. Entonces, “es un combo de factores” que hizo que la problemática crezca en Neuquén. Porro añadió que, la provincia “no escapa del escenario nacional, ya que en Buenos Aires detectaron que creció un 24%”.
El Censo que reavivó una interna en el Gobierno de Neuquén
El Censo de Personas en Situación de calle generó tensiones entre la secretaria de Emergencia y Gestión de Riesgo de Neuquén, Luciana Ortíz Luna, y el subsecretario de Familia, Martín Giusti, ya que la médica había anunciado un relevamiento de este sector de la población a principios de septiembre.
Luego de que la Dirección de Vulnerabilidades, que depende de Familia, informara el Censo en redes sociales, Ortíz Luna utilizó su cuenta de Instagram para exponer su enojo: “Y nos pasó el agua… en manos del dúo manco. Que bueno que inventen lo que ya se inventó, sigan con demagogia”.
Porro no quiso meterse en la interna, pero aseguró que vienen trabajando en el tema desde fines de agosto, hace más de un mes y medio, en articulación con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que ya tiene experiencia, el área de Estadísticas y Censos y la red de organizaciones voluntarias.
“Voy a dejar que hagas tus propios análisis. La verdad que desconozco qué hacen otras áreas, pero sé qué hicimos nosotros y por qué decimos que es un Censo de personas en situación de calle, no un relevamiento. Yo puedo hacer un relevamiento a mi cuadra y fijarme cuántas personas encuentro y quizás hay cero personas en situación de calle. Cuando hacés un Censo, hacés un barrido pensando en un relevamiento total, completo, en la foto. ¿Qué es lo que nosotros hicimos? Una noche, en una determinada cantidad de tiempo, con 10 equipos nos dividimos toda la ciudad y a partir de ese número nosotros trabajamos”, relató.
De todas maneras, Porro enfatizó: “Todos los aportes son bienvenidos. Yo creo que está bueno lo que hizo. Si lo decidiera socializar o compartir, la verdad que sería un aporte que nos serviría”.
Por su lado, la coordinadora del Refugio Cura Brochero aseguró: “No tenemos nada que ver con Ortiz Luna”.
La mala relación entre el subsecretario Giusti y Ortíz Luna se conoció a fines de abril, cuando el ex director de Defensa Civil fue reubicado a la cartera dependiente del ministro de Gobierno, Jorge Tobares.
El refugio Cura Brochero: un hogar en crecimiento
El refugio Cura Brochero es el más antiguo de la ciudad. “Lo fundó, el 31 de julio de 2017, el padre Carlos Diur. Estaba en la calle Pozo Hondo y Antártida Argentina. Tenía ocho camas y casi 90 voluntarios que acompañaban la obra. Con un convenio de cooperación con el Gobierno de la provincia, se amplió el espacio de la parroquia para albergar a personas en situación de calle”, relató la coordinadora Miriam Francisquini.
En septiembre de 2019 se trasladaron a la calle Echeverría Nº 140 y “este año, hace más o menos 45 días, el obispado cedió un nuevo lugar, la ex casa de retiro Nazareth, ubicada en Crouzeilles al 2600”. La referente señaló que es un “espacio de mayor amplitud, muy grande, muy cómodo”, con capacidad para 37 personas.
El refugio tiene una modalidad hogar, es decir que quienes se alojan viven allí y reciben un tratamiento integral. “No solo duermen ahí, sino que tienen toda la vida ahí adentro, desde labor terapia, talleres. Lo fuerte del hogar hoy es la articulación con el Gobierno de la provincia, a través de la Subsecretaría de Familia y a través de la Subsecretaría de Trabajo para para formarlos”, explicó.
Además, trabajan junto al área de Adicciones del Hospital Castro Rendón, ya que “el mayor porcentaje de las personas del refugio está atravesado por un consumo problemático de alcohol o sustancia psicoactivas”.
Como se trata de una problemática compleja, no hay un plazo estimado de salida del dispositivo, sino que suele variar entre 1 y hasta 4 años de permanencia. “Nosotros tenemos dos ejes fundamentales para poder hacer un egreso: la reinserción social y productiva, que quiere decir que se empieza a vincular con la familia o con el mundo del trabajo. Y, una vez que pueda encontrarse en condiciones de sostener un alquiler, hacemos el egreso. No hay un tiempo, son procesos”, Francisquini.
Los refugios María Madre y Cura Brochero tienen autonomía ya que dependen del obispado de Neuquén, pero trabajan articuladamente con la Provincia que les garantiza el personal y la comida. Sin embargo, siempre están necesitando donación de yerba y jabón para lavar la ropa y zapatillas de distintos talles, entre otras cosas.
El trabajo de la Red Solidaria
La Red Solidaria es una organización civil que trabaja en el abordaje de las personas en situación de calle hace 15 años. El coordinador, Alberto Cámparo, también coincidió con que la problemática aumentó significativamente en el último año. Destacó que ello motivó a que haya un trabajo más articulado entre las organizaciones, los refugios y la Provincia.
“Se está trabajando ahora, como quizá no había pasado antes, con algunos sectores del Estado y se está profundizando en el conocimiento de la comunidad. Por ejemplo, se hace un censo que lo que busca es identificar quiénes viven en la calle realmente y quiénes, por allí, circulan por la calle. Es decir, establecer algunas diferencias para poder trabajar mejor con aquellos que están más desprotegidos”, remarcó.
La Red Solidaria no da refugio, sino que colaboran con recorridas nocturnas en las que entregan una vianda y frazadas. Además, participan de procedimientos para reubicar a personas en situación de calle. “En los últimos dos o tres meses, 19 personas volvieron a su lugar de origen con el apoyo del transporte para que puedan volver a su casa. Vinieron con lo justo y andaban boyando, generalmente en los hospitales y en las terminales”, comentó Cámpora. Indicó que fue una iniciativa articulada entre “varias agrupaciones e instituciones, iglesias y escuelas”, Provincia y Municipio.
Para Cámpora, el consumo problemático y el deterioro que genera en las relaciones personales es el factor predominante en esta población. “Hay personas que no pueden pagar el alquiler y que les cuesta, que ni no pueden pagar la luz, el gas, que no pueden pagar el colectivo o que no le alcanzan para almorzar. Pero cuando terminás en la calle es porque se rompió todo vínculo. Una conclusión genérica puede ser no tener para pagar alquiler, pero siempre tienen donde recurrir”, señaló.
De todas maneras, remarcó: “Son situaciones muy diversas y siempre va cambiando. No nos gusta dar opiniones terminantes, pero por lo general es porque se rompió todo vínculo afectivo, todo tipo de contención, pues la familia está desbordada”.
