“Empecé a usar la bicicleta para ir a trabajar por un tema económico y de salud: tomaba dos coles por día y se me iban casi 1.500 pesos diarios. Dejé de andar en colectivo porque me parecía caro”. Quien habla es Lucas, un técnico electrónico que vive en San Lorenzo sur y que viaja todos los días hasta Sapere, en Neuquén capital.
Tiene 25 años y demora unos 30 minutos en llegar a la empresa. En colectivo, el trayecto le demandaba entre 45 minutos y una hora. En diálogo con Intempestiva, aclaró que si bien continuará con la bicicleta porque es saludable, la decisión la tomó “cuando aumentó el colectivo”, en mayo pasado.
Aunque es creciente el uso del colectivo urbano en Neuquén como principal medio de movilidad masivo para llegar al trabajo, este otoño de clima invernal casi se duplicó la cantidad de personas que se suben a la bicicleta para ir a trabajar respecto de 2023.
Según el Observatorio Vial de la ciudad de Neuquén, casi 200 personas viajan diariamente en bicicleta a sus trabajos por la principal ciclovía que tiene la ciudad, la 12 de Septiembre.
Las estadísticas son incipientes. Un dato logrado por el Observatorio indica que, mientras en 2023 se verificó que 112 bicicletas por hora circulaban entre las 7.30 y las 8.30 en la 12 de Septiembre y las vías, en 2024, un total de 194 bicicletas fueron registradas en el mismo día y franja horaria.
Setenta y seis kilómetros de bicisendas y ciclovías hay en Neuquén capital y se usan con fines laborales y recreativos. Más de una docena de circuitos viales conectan la ciudad de sur a norte, de oeste a este y a lo largo del recorrido urbano de toda la ciudad.
El registro del Observatorio Vial sobre esa calle correspondió al 30 de abril (de 2024 y de 2023) y el horario elegido para el censo volumétrico de bicicletas fue el de ingreso laboral.
El conteo se hizo en forma personal, con planilla y foto, a fin de lograr otros detalles que sirvieran para el relevamiento: la mayoría de los ciclistas eran hombres y sin distingo de género, pocas personas llevaban casco. En tanto, la fecha elegida sirvió para detectar que cada vez más se usa la bicicleta para trabajar.
“En verano estos números (del paso de ciclistas) son más grandes y tienen que ver con que no hace frío, ni viento y se promueve más el uso de la bicicleta, por lo que es posible un mayor uso recreativo y deportivo. En invierno, donde la temperatura es muy fría, por lo general hay viento, suele estar oscuro a esa hora y no hay una merma significativa. El mayor aumento de personas en bicicleta entre las 7.30 y las 8.30, específicamente, lo relacionamos con la necesidad económica”, dijo a Intempestiva Noelia Rueda, a cargo del Observatorio Vial de la municipalidad de Neuquén.
Lucas, que usa la bicisenda de la 12 de Septiembre, aseguró que no volverá al transporte público, salvo los días de lluvia. “Si se acomodara el boleto (respecto a sus ingresos), andaría en cole cuando haga mucho calor o frío, aunque con una remera térmica, guantes y cuellito, se arregla. El problema son las extremidades”, sonrió.
La Bahía Blanca, otra ciclovía muy transitada
A la 12 de Septiembre, le siguen en importancia de uso la de Bahía Blanca y las de la calle Entre Ríos, Antártida Argentina, la bicisenda de Novella, la de Godoy y la ciclovía de República de Italia.
En 2024, los datos del relevamiento del Observatorio Vial tomados el 30 de mayo indicaron que otro de los puntos de mayor afluencia laboral por ciclovías es el de Bahía Blanca y Libertad: se contabilizaron 87 bicicletas por hora en el flujo de las 7.30 a las 8.30 de la mañana. Luego, el regreso se midió en dos horarios diferentes: el de las 12.30 a las 13.30 (56 bicicletas) y de 18.30 a 19.30 (61 ciclistas) de ese mismo día.
En Antártida Argentina y Combate de San Lorenzo se relevó un menor flujo de ciclistas: unas 30 bicicletas por hora a las 7.30 en dirección al centro y unas 16 en sentido contrario, de este a oeste. “Uso la bicisenda a partir de las 14 para ir desde Bouquet Roldán a la zona del aeropuerto. Tenemos un localcito en el que hacemos peluquería y un compañero hace tatuajes. Ahora esa zona está sin mantenimiento, hay lugares rotos, con el asfalto levantado y nos tenemos que subir en parte a la ruta”, dijo a Intempestiva una usuaria, Marlene Beltrán.
Explicó que por motivos económicos, necesariamente, su movilidad es la bicicleta. “El colectivo está muy caro”, dejó en claro.
Elena está empleada en la zona céntrica y utiliza la bicisenda del Parque Central para llegar a su trabajo. Antes, cuando alquilaba en la zona centro este, era usuaria de la ciclovía de la calle Entre Ríos y la bicisenda del parque Jaime de Nevares. Ahora que reside en la zona del “bajo”, utiliza la de avenida Olascoaga y la del Parque Central.
En diálogo con Intempestiva, dijo que “la bicicleta me da más libertad en cuanto a horarios para mi trabajo. Por ahí me desvío en la del Parque Central por tramos muy oscuros, aunque la prefiero porque no te chocás con autos. Los peatones que no respetan las ciclovías son muchas veces el problema y el cuidado que hay que tener en el cruce por la ruta (en referencia a la avenida Mosconi). Pero me acostumbré a usar las bicisendas”.
Agregó que “por la mañana, se ven las lucecitas de las bicicletas” y confesó que ella se compró las luces y el casco, “aunque a veces, a la vuelta, elijo entre casco o auriculares”.
El circuito para ciclistas es amplio en la ciudad. La ciclovía de Linares conecta hasta la península de Hiroki. Junto a la ciclovía del Paseo Costero, que bordea el río Limay, son las más extensas y de uso recreativo. El extremo sur de la vieja multitrocha de ruta 22, ahora avenida Mosconi, también está contabilizada en la red de bicisendas de uso laboral. Las nuevas troncales de la ciudad también cuentan con bicisendas. Así ocurre con Soldi y Huilén, en el norte de la ciudad, y su conexión con la 12 de Septiembre y con Ignacio Rivas para llegar al microcentro. La de la calle Lanín buscará, en el futuro conectar con Ignacio Rivas, alcanzar la zona escolar y permitir el acceso a la zona de ciudad deportiva.
COLE, mejor servicio a un costo alto
Con el rediseño del sistema público de transporte en Neuquén, el servicio mejoró en cuanto a las frecuencias, los coches nuevos ofrecen más confort y los circuitos ampliaron recorridos. Esto llevó a que este año el uso del colectivo en pleno invierno tuviera un récord de usuarios: más de 120.000 pasajes se venden diariamente en la ciudad, contra unos 80.000 que se registraban en 2023, según datos del sistema SUBE, que no contabiliza pasajeros, sino pasajes.
Pero el precio del pasaje acompañó la suba inflacionaria, lo que no ocurrió con los salarios del empleo privado. Cuando quedó atrás el antiguo sistema, el pasaje costaba de 81,70 pesos. Con el sistema COLE (que cubren Tigre Iguazú y KoKo) subió a 195 pesos. En enero el valor del pasaje fue de 370 pesos, en marzo alcanzó los 675 pesos, y en mayo subió un 12,4% y llegó a los 759 pesos, valor que se mantiene en la actualidad. No se descarta una nueva suba los próximos meses.
El éxito de Sibici y el uso recreativo
En tiempo de calor, el uso recreativo de la bicicleta es notorio en las bicisendas costeras. En esa zona, el dato revelador lo arrojan los más de 7.000 usuarios activos del sistema Sibici (bicicletas públicas) de un total de 11.000 ciclistas registrados.
El uso de las bicicletas gratuitas desde la Terminal de Ómnibus de Neuquén hasta la estación de Olascoaga (pleno centro) revierte las estadísticas por género: son más las usuarias que los ciclistas hombres las que utilizan este circuito netamente de uso laboral o de gestiones administrativas desde la zona oeste hacia el microcentro bancario y comercial.
La disponibilidad total de las bicicletas gratuitas son 40, repartidas en las estaciones de la Isla 132 (zona del paseo costero), en el municipio nuevo en Gran Neuquén (Godoy y Novella), la estación de Ómnibus (ETON) y Olascoaga y las vías, sin embargo, el dato es que se han registrado hasta 80 usos diarios de bicicletas en el sistema.
En el verano, según el relevamiento del Observatorio, en Bahía Blanca y Libertad, se registraron unas 87 ciclistas en la hora de 7.30 a 8.30. Eran hombres en su mayoría: 37 subían en sentido norte y 21 iban en sentido contrario (norte- sur), mientras unas 17 mujeres subían y 11 bajaban. Al mediodía, el flujo de ciclistas bajó a 56 personas en una hora (de 12.30 a 13.30) y en el segundo horario de medición, el regreso contabilizó unas 30 personas entre las 18.30 y las 19.30.