La profunda crisis política entre el gobernador Rolando Figueroa y su vice, Gloria Ruiz, se aceleró a la velocidad de Colapinto en la última semana en la provincia de Neuquén. Mientras Ruiz sigue atrincherada en su sillón de la Avenida Leloir, Figueroa busca no arrugarse el traje, repitiendo que el problema de su compañera de fórmula es todo, todo, todo de la Legislatura.
“En la provincia del Neuquén se viven nuevos tiempos, tiempos en los cuales existe la independencia de poderes, tiempos en los que la Justicia actúa como tal, el Poder Legislativo como tal y el Poder Ejecutivo como tal”, dijo ayer el gobernador en rueda de prensa. Fue la primera vez que habló públicamente del conflicto que estalló el miércoles pasado, cuando el Ministerio Público Fiscal comenzó a investigar a Pablo Ruiz, el hermano de la vicegobernadora que coordina la Casa de las Leyes, por el presunto delito de peculado y fraude a la administración pública.
“Tolerancia cero, sea quien sea” siguió el Gobernador, quien reconoció que se siente “muy desilusionado” y “muy dolido” por lo ocurrido con su compañera de fórmula. Y remarcó: “Nosotros no llegamos hasta acá para hacerle el aguante a nadie. Nosotros llegamos hasta acá para hacer las cosas bien”.
La investigación que lleva adelante la fiscalía de Delitos Económicos, a instancias de una denuncia recibida del Banco Provincia de Neuquén, indica que Pablo Ruiz habría recibido en su cuenta casi 30 millones de pesos distintos de los de sus haberes, provenientes de la Legislatura provincial, con los cuales habría armado plazos fijos.
Para Gloria Ruiz, toda esta maniobra en su contra tiene origen en el propio despacho de Figueroa, que comenzó por una modificación “inconsulta” en el presupuesto para la Legislatura y concluyó con una reunión donde él le preguntó sobre sus aspiraciones políticas para 2027.
“A partir de esa reunión comenzaron diferentes medios periodísticos a perseguirme políticamente hasta llegar a esta instancia, donde se me presiona para que renuncie”, aseguró la vice en una carta difundida el lunes.
Tras ratificar que no va a renunciar, el oficialismo salió a buscar de alguna forma correr del cargo a Ruiz. Debido a que la opción del juicio político no está prevista para el cargo de vicegobernador/a en la Constitución Provincial, los presidentes de los bloques en la Legislatura llamaron a una sesión especial para hoy a las 17 donde van a tratar un proyecto que declara la “inhabilitación moral” de Ruiz.
La iniciativa, prevista en el artículo 189 inc. 25 de la Constitución Provincial, lleva las firmas de Claudio Domínguez y Ludmila Gaitán (MPN), Marcelo Bermúdez (PRO), Verónica Lichter (PRO- NCN), Alberto Bruno (Hacemos Neuquén), María de las Mercedes Tulián y Yamila Hermosilla (Neuquinizate) y requiere de dos tercios del cuerpo para su aprobación. De ser así, el lugar de Ruiz será ocupado por Zulma Reina, actual vicepresidenta primera de la Legislatura, mientras dure el proceso que una Comisión investigadora abrirá contra Ruiz.
El PJ neuquino referenciado con Marcelo Zúñiga, que forma parte de Neuquinizate, emitió un comunicado de acompañamiento a su jefe mientras que el presidente del PJ neuquino, Darío Martínez, anunció que junto a sus compañeros de bloque presentará un proyecto de Ley de Ética Pública con el fin de lograr “un Estado transparente, con herramientas para prevenir, controlar y sancionar la corrupción”. Desde la Izquierda, el diputado Andrés Blanco puso reparos y advirtió que “es evidente que estamos ante una interna. Que no es la nuestra. Y que incluye ‘carpetazos’ y el uso político del poder judicial”.
Mientras tanto, Ruiz informó que dos abogados del Estudio Oneto & Rallin serían sus asesores durante el tiempo que dure “este atropello Institucional al que me veo sometida”. Lo cierto es que uno de ellos, Patricio Oneto, renunció pocas horas después.