El Gobierno nacional avanza con la desregulación de empresas del Estado. Esta vez, es el turno del Correo Argentino, tal como lo informó anoche el vocero presidencial, Manuel Adorni, en su cuenta de X:
El anuncio se oficializó esta mañana con la publicación del decreto 1005/2024 en el Boletín Oficial, donde justifica la medida en que la “sobrerregulación de la actividad postal generó barreras de ingreso al mercado, restringiendo la competencia, lo que derivó en un servicio de peor calidad y mayores precios, perjudicando al usuario del servicio”. Además, menciona la intención de eliminar los registros actuales que generan “mayor burocracia y menor transparencia”.
En el decreto también se establecen los requisitos necesarios para ofrecer o prestar servicios postales; se indica que se eliminan las exclusividades entregadas a las empresas de correo estatal, como por ejemplo, para el envío de cartas documento; se informa que personas humanas o jurídicas podrán ofrecer servicios de mensajería urbana, con o sin vehículos, en plazos breves y distancias cortas; entre otros puntos.
El Correo Argentino es una de las empresas, junto a Aerolíneas Argentinas y Radio y Televisión Argentina- que en el inicio de la discusión de la Ley Bases estaban incluidas en el listado de empresas estatales a privatizar y luego fueron quitadas del texto que finalmente se convirtió en ley.
Desde 2003, el Estado Nacional es el único accionista de esta empresa que se compone de una red de 1.400 sucursales y postales en todo el país. Estatizarlo fue una decisión del presidente Néstor Kirchner, a seis meses de haber asumido su gobierno. Por entonces el correo estaba en manos del grupo Socma –propiedad de la familia Macri- que había entrado en concurso preventivo por una millonaria deuda ocasionada por cánones atrasados.