Algunos vecinos salieron hoy de sus casas a tomarse el cole sin saber que viajar costaría más caro y se enteraron recién en las paradas. Otros ni se dieron cuenta que al apoyar la SUBE la máquina les descontó un 12 por ciento más que la última vez que se habían subido. Lo cierto es que unos y otros pagan desde este viernes 84 pesos más para trasladarse desde un lugar de la ciudad a otro, sin medir distancia. Este incremento (pasó de 675 a 759 pesos) es el quinto en lo que va del año, acariciando el 300 por ciento.
El monto estaba estipulado y los usuarios lo sentirán con el paso de los días, cuando la totalidad de las unidades hayan actualizado el software. Fue el Municipio quien autorizó los nuevos valores debido a la inflación y las retenciones del Gobierno de Javier Milei en cuanto a los subsidios de las tarifas del transporte. De esta manera, el costo del viaje irá modificándose mes a mes.
“No tenía ni idea del aumento; me di cuenta cuando una mujer subió y dijo que ya no se toleran más incrementos”, expresó un vecino, al bajarse de la Línea 7. Comentó que viaja todos los días dos veces y que no tuvo tiempo de sacar la cuenta de lo que deberá destinar por semana.
Un trabajador que se moviliza de lunes a sábados necesitará casi 37 mil pesos mensuales para trasladarse en colectivo. A fines del año pasado, cuando el boleto costaba $195, esa misma persona gastaba $9.360.
Por estas horas, las quejas empiezan a replicarse en cada una de las paradas entre quienes comienzan a enterarse de esta decisión que golpea de lleno en sus bolsillos.
