Neuquén amaneció desolada. El paro nacional convocado por la CGT y las dos CTA se sintió con fuerza durante todo el día. La ausencia de transporte, la no recolección de basura, las escuelas vacías y las persianas bajas en muchos comercios de la ciudad marcaron el ritmo de este jueves, que contó con un acatamiento casi total y una multitudinaria movilización de sindicatos, organizaciones sociales y partidos políticos.
El objetivo fue rechazar la Ley Bases, exigirle a las y los senadores que no avalen la “venta de la Patria” y mostrarle al Gobierno Nacional que el pueblo está unido para enfrentar los ajustes, defender los derechos conquistados y hacerle frente al desguace del Estado que viene aplicando Javier Milei desde el 10 de diciembre.
La convocatoria superó las expectativas y, más allá de los números que circularon, la contundencia quedó reflejada en las calles. “Si pasan estas leyes, nos van a pasar por arriba a todas y a todos”, expresó en el acto de cierre Marcelo Guagliardo, secretario general de aten, quien dejó claro que “no hay salvaciones individuales; la respuesta es colectiva”.
Carlos Quintriqueo, titular de ATE y la CTA Neuquén, expresó que se marchó para impedir que se venda la patria, pidió seguir colmando las calles “hasta derrotar este plan de ajuste” y remarcó que si la Ley Bases avanza se entregará Vaca Muerta. “Quieren regalar nuestra riqueza para someter al conjunto de las y los trabajadores a la pobreza”, sentenció.
Por su parte, Silvia Brouchoud, secretaria general de ADUNC, ratificó la defensa de la Universidad Pública, reclamó la reapertura de la paritaria salarial y actualización del presupuesto, cuestionó los embates del Gobierno a la Educación y les aclaró a las y los legisladores nacionales que la “patria no se vende, se defiende”.
La expresión de fuerza que si vivió en Neuquén se replicó en las restantes provincias y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Este es el segundo paro general del año y puede que comience a dejar lesiones en el Gobierno Nacional.