La Municipalidad de Neuquén destina por mes casi 20 millones de pesos a asistencia alimentaria que se reparte en 1.830 familias vulnerables de la capital provincial. A cada beneficiario del “Plan Alimentario Capital”, cada mes, le deposita 10 mil pesos que sólo se pueden usar para comprar alimentos. Así, el Municipio “acompaña” a la política alimentaria que recala principalmente en el Gobierno provincial, ante el corrimiento del Estado nacional de esa función.
En la Municipalidad de Neuquén, el área que conocemos como Desarrollo Social está asociada al Turismo. Se llama Secretaría de Turismo y Promoción Humana, está a cargo de Diego Cayol, y tiene un rol secundario comparado con el que tuvo décadas atrás en lo que respecta a la asistencia de comedores y merenderos en la capital de la provincia.
En la época de Horacio “Pechi” Quiroga se produjo el quiebre. Los merenderos dejaron de recibir asistencia y con el lanzamiento de la tarjeta del plan “Comer en casa” se cerraron los comedores municipales. El objetivo de esta política fue que las personas pudieran elegir y comprar los alimentos que deseen y recuperar la dignidad de llevar la comida a su casa.
Ya en la primera gestión de Mariano Gaido, durante la pandemia, el Gobierno municipal llegó a un acuerdo con el Gobierno provincial para que la Provincia se hiciera cargo de suministrar alimentos a comedores y merenderos. Mientras que el Gobierno local se encargaría de la relación con “otras organizaciones sociales”.
“Hace muchos años que la Municipalidad no asiste en alimentos a comedores”, dijo Cayol a Intempestiva. En ese lapso, el plan “Comer en casa” pasó a llamarse “Plan Alimentario Capital” y consiste en otorgar, mediante una tarjeta de débito, módulos de 10 mil pesos a cada beneficiario, que debe tener ingresos inferiores a los de una canasta básica. Luego hay módulos para familias con más integrantes (se suman 10 mil pesos por cada integrante). En el caso de adultos mayores, el módulo es de 20 mil pesos, al igual que para personas con alguna discapacidad. La asistencia la otorgan a las personas de manera directa para evitar que las organizaciones sean intermediarias. La tarjeta, a su vez, no permite retirar dinero en efectivo.
Según Cayol, en este momento son 1.830 familias las que reciben este plan. “Algunas son más apoyadas porque tienen algún rasgo de vulnerabilidad alto. Por ejemplo, antes no se incorporaban travestis y la Asociación Argentina de Travestis firmó un convenio con nosotros e incorporamos a la Tarjeta Alimentar a esta gente, que tiene una apoyatura más alta porque no tienen otros programas con los cuales adquirir alimentos”, describió.
El secretario municipal remarcó que se trata de “una apoyatura”, en tanto “la mayoría de ellos (los beneficiarios) tienen también la tarjeta de Nación, que es la Tarjeta Alimentar; la mayoría recibe de Nación la Asignación Universal por Hijo y perciben también otras asignaciones a través de Anses. Entonces, nosotros trabajamos en una apoyatura a las familias que consideramos que requieren más apoyatura de lo que puede brindar Nación”. afirmó.
–¿Coincidirás en que 10 mil pesos es una cifra muy atrasada?, consultamos desde Intempestiva.
–Si es la única cifra que perciben, por supuesto que es muy atrasada. Ahora, si me decís que es en el marco de un análisis de todo lo que perciben, es una cifra que acompaña.
–Son dos paquetes de yerba.
–No es esto para darles de comer. Es un a-com-pañamiento. Así lo estipula la ordenanza.
Más adelante, volveremos a hablar sobre este tema y Cayol lo explicará así: “Una persona escucha 10 mil pesos y dice ‘qué bajo’, ‘qué poco’. Lo que vos tenés que ver es qué es lo que se puede ofrecer. En total, cuando terminás de hacer el recorrido, son más de 20 millones (de pesos) por mes que se dedican a asistencia alimentaria. Entonces lo que es poco no termina siendo poco”.
Un sólo comedor en el registro municipal
En abril de 2020, el Concejo Deliberante de Neuquén sancionó la Ordenanza Nº 14.043, que estipula la creación del Registro Público de Merenderos y Comedores en la ciudad de Neuquén, donde reconocen que estos dispositivos “vienen a cubrir derechos que el Estado debería garantizar”.
Según Cayol, en la actualidad hay 30 comedores y merenderos registrados, que cuentan con la inscripción como Asociación Civil al día. “Son casi todos merenderos, comedores hay uno solo que pertenece a la organización Barrios de Pie”, indicó.
Pese a que se denomina “registro público”, los nombres de organizaciones que lo integran no están disponibles en la página web. Según Cayol, no dan a conocer el listado “porque la gente nos pidió que sea un listado reservado”.
Para inscribirse, hay que ingresar a la página web de la Municipalidad y completar un formulario. “Si tenés un comedor o un merendero que tiene la Asociación civil al día, te inscribís, y es básicamente para sostener los servicios de energía eléctrica y el servicio de gas”, explicó el funcionario y aludió que subsidiar los servicios fue una respuesta a la principal demanda que le hicieron las organizaciones durante la pandemia.
La ordenanza también establece que, cada seis meses, los comedores y merenderos inscriptos en el registro deben ser auditados por el órgano destinado a tal fin. Cayol aseguró que “la auditoría es mucho más estricta que seis meses porque nosotros hacemos el seguimiento mensual de cada una de las facturas que nos acercan y vamos hasta el lugar para corroborar que ese servicio se esté brindando”.
Dijo que la mayoría de los merenderos que están registrados en la ciudad también lo están “en Desarrollo Social (de Provincia) y reciben de ahí los alimentos”. Intempestiva intentó consultar a fuentes del Gobierno provincial para que indiquen cuál es la asistencia que brindan en la actualidad, pero los pedidos de entrevista no fueron respondidos.
Cayol, que fue subsecretario de Desarrollo Social de la Provincia cuando Quiroga era intendente, sostiene que en aquella época se trabajaba de la misma manera que ahora, en el sentido de que “hay una decisión tácita entre la Provincia y el Municipio de dividir las asistencias”, señaló y despejó cualquier disputa por el manejo del territorio que pueda asomar entre los gobiernos provincial y municipal, ahora, de distinto signo político: Las que no puede realizar la Provincia las pensamos nosotros, y las que realiza la Provincia, porque tiene los recursos para hacerlo, las hacen ellos”, concluyó.